vitoria. Hay partidos que un profesional no quiere perderse por nada del mundo y arriesga a disputarlos aun a sabiendas de que se puede agravar un problema físico dejándole un tiempo prudencial en el dique seco. El de mañana ante el Montepaschi lo es sin ningún género de dudas. Hay tantas cosas en juego que Faubien Causeur, como posiblemente haría cualquier jugador con un mínimo de compromiso hacia el club que le paga, está dispuesto a todo con tal de ser uno de los grandes protagonistas de la cita frente a los transalpinos pese a que sus problemas en la fascia plantar no le permitan estar en plenitud de condiciones físicas. Las molestias que privaron al exterior galo de tomar parte en el último cuarto del fatídico encuentro del pasado domingo en el Martín Carpena no han remitido y, de hecho, ayer se ausentó por precaución de la doble sesión de trabajo a las órdenes de Zan Tabak. Sin embargo, hoy está previsto que se reintegre al grupo y confía en ser de la partida ante los discípulos adiestrados por Luca Banchi. "Estoy mejor. Mañana -por hoy- voy a correr para ver cómo me encuentro y espero entrenar por la tarde. Tengo un problema de fascitis, el otro día sentí un pinchazo y lo mejor era que descansara un par de días", tranquilizó el protagonista en Radio Vitoria.
El principal problema radica en que estos problemas de Causeur no son novedosos en su carrera. De hecho, ya le llevaron por la calle de la amargura el pasado ejercicio vistiendo la elástica del Cholet. Algo que le obligó a dosificar sus esfuerzos y, en ocasiones, no poder entrenar al mismo ritmo que sus compañeros. "Es el pie en el que he sufrido muchos problemas en Francia durante dos años. Por eso, prefiero parar. Creo que no es grave. Voy a jugar seguro ante el Montepaschi porque es el partido del año. Quiero ayudar a mis compañeros y solo me quedan dos días para sentirme mejor", zanjó Causeur, cuyo concurso se antoja vital ante la intermitencia que está acreditando David Jelinek para erigirse en una amenaza consistente dentro de la cuerda exterior.
La venta de Brad Oleson al Barcelona ha acentuado desde finales de enero su protagonismo en el puesto de dos. Con los lógicos altibajos derivados de su juventud y su primera experiencia en un conjunto de las máximas aspiraciones, el de Brest se ha propuesto alcanzar una mayor regularidad en su juego.