Vitoria. Con todos a Estambul para intentar saldar con éxito la enésima final de la Euroliga. Zan Tabak confirmó ayer que Omar Cook y David Jelinek podrán ser de la partida mañana ante el Besiktas. El primero está aquejado de problemas en la planta del pie, mientras que el segundo parece haber dejado atrás la rotura fibrilar en el bíceps femoral que le ha dejado fuera de combate durante las últimas semanas. Dado que ambos no se hallan en su plenitud física, es factible que su aportación sea testimonial y que haya sorpresas tácticas en un partido trascendental donde una hipotética derrota dejaría herido de muerte al Baskonia.

Pese a estos problemas físicos que se concentran en el juego exterior, no caben las disculpas para superar a la cenicienta del lote F que todavía desconoce la victoria en este Top 16. Y más tras la balsámica victoria en el Palau Blaugrana que, según el croata, "ha servido para levantar el ánimo y la confianza en nosotros mismos". En el caso de que el base neoyorquino se vea incapacitado dar relevos a Heurtel y a la vista que Van Oostrum no está inscrito para el torneo continental, queda la duda acerca de quién ejercerá como escudero del galo cuando éste necesite minutos de descanso. "Sé quién suplirá a Thomas y está trabajado", desveló enigmático el entrenador.

El de mañana es, sin temor a equívocos, el último tren que parte rumbo hacia los cuartos de final y un renacido Caja Laboral quiere subirse a él tras encadenar cinco derrotas consecutivas que han lastrado su esperanzador arranque de liguilla. "Nuestra primera final era ante el Maccabi. Ahora vamos a Turquía con mejores vibraciones porque en los tres últimos partidos mejoramos el juego y demostramos una buena mentalidad para competir desde el primer hasta el último momento. La mejor cura para superar un bache son las victorias. Estamos jugando mejor y el equipo ya no se hunde al primer problema. Si lo peor ya ha pasado, eso lo sabremos en los próximos encuentros", admitió Tabak con sinceridad.

Como mínimo, serán necesarias cuatro victorias en los cinco compromisos que restan hasta concluir el Top 16, aunque la línea del balcánico es "no mirar tan lejos, ir a Estambul, ganar y seguir con nuestra mejoría". "Luego, ya podremos hacer cálculos", puntualizó.

En el Abdi Ipekçi aguarda un anfitrión desmotivado y fuera de cualquier quiniela para la clasificación tras una trayectoria infame ante el que debe cortarse una inquietante espiral de derrotas que ha puesto cuesta arriba el billete para incrustarse entre los ocho mejores del Viejo Continente. "Cuando miras que no ha ganado ningún partido o que va sexto en su liga, piensas que será fácil. Luego, cuando te cercioras sobre de cómo está jugando, no es así, ya que está compitiendo. En los primeros cuartos, intenta llegar y no es el clásico rival que se borra desde el primer minuto", recordó Tabak, para quien el Besiktas tiene similitudes con el Maccabi debido al peligro de sus exteriores estadounidenses en el uno contra uno.

El preparador azulgrana también quiso pedir, por último, un voto de confianza para los jóvenes del equipo como Heurtel, Causeur, Nemanja o Pleiss, cuya irregularidad consideró hasta cierto punto lógica. "La diferencia entre un joven y un veterano es la constancia. Hasta que no cogen una madurez, estos jugadores van a sufrir siempre altibajos. En el caso concreto de Fabien, está jugando bien y aportando muchas cosas, pero es la primera vez que disputa la ACB y la Euroliga y es normal esta intermitencia", resaltó.