Valladolid. El Blancos de Rueda, que había conseguido ganar al Barcelona en el Palau y superar al Valencia recientemente, acabó ayer atropellado por un Baskonia que marcha en una clara línea ascendente desde que se ha producido el relevo en el banquillo y Zan Tabak se ha hecho con las riendas. Ayer, en Valladolid, se pudo ver un esbozo de la mejor versión de lo que puede llegar a ser el colectivo y unas señales inequívocas que evidencian la enorme cantidad de talento que atesoran algunos de sus jugadores.

Andrés Nocioni comanda con autoridad la clasificación del trofeo que entrega este periódico. Y también al Baskonia. Su tándem con un Fernando San Emeterio que brilla incluso cuando no brilla resulta demasiado para un elevadísimo porcentaje de los equipos que militan en la Liga Endesa. Ayer, además, el Blancos de Rueda se topó enfrente con una de las mejores versiones de un Lampe que fue y debe ser siempre determinante, con un Nemanja generoso y talentoso, con un Cabezas que ordenó al equipo y con otros peones que sumaron para hacer que la victoria llegara como llegaban en los viejos tiempos, por la vía rápida.

Si Tabak aprovecha los retoques y encauza este manantial de talento, el equipo puede arrastrar a la hinchada azulgrana a soñar.