El domingo concluyó su último contrato temporal. ¿Qué balance hace de su paso por la capital alavesa?

Ha sido muy positiva. Personalmente me ha venido muy bien, ya que no es lo mismo estar en casa parado o entrenando por mi cuenta que en un club de alto nivel como el Baskonia. Tener la oportunidad de disputar dos competiciones como la ACB y la Euroliga es algo muy productivo. A nivel personal, me siento halagado por haber jugado en uno de los grandes.

Las vueltas que da la vida. ¿De temporero en verano a ser uno más de la plantilla hasta noviembre?

Sí, ha sido una sorpresa agradable estar tanto tiempo. Cada vez que se terminaba un contrato, yo estaba dispuesto a aceptar el tiempo que fuese necesario para seguir con el equipo. A nivel profesional, el mero hecho de estar en Vitoria ya es halagador, pero en lo que respecta al vestuario y todo lo que es el club, tanto los servicios médicos, el cuerpo técnico como el resto de departamentos, todos me han tratado bien. He estado como si llevase toda una vida.

Su adiós no es una sorpresa a la vista de que el equipo ya había recuperado a todos los lesionados en la 'pintura', ¿verdad?

Está claro que era lo que tenía que pasar y, de hecho, ya lo había interiorizado. Nadie ha intentado engañarme en el sentido de prometerme cosas que luego no se podían cumplir. Llegué al equipo para suplir la plaga de lesiones y mi labor era ocupar su lugar y ayudarles para que asimilaran los sistemas y que la adaptación fuera más sencilla. Me lo he pasado muy bien y estoy satisfecho de mi labor.

Ivanovic dijo de usted el domingo que "es un tío excelente", además de elogiarle como jugador. ¿Llegó a sonrojarse por esas palabras tan cariñosas de alguien que no suele regalar ningún elogio?

Lo cierto es que reconforta. Es de agradecer esas palabras. Dusko me dio primero la oportunidad de entrenar con ellos y luego de estar con el grupo en las mejores competiciones fuera de la NBA. En el momento que necesite algo de mi parte, estaré disponible porque me ha tratado en este tiempo como uno más del vestuario.

Aunque ya no formará parte de él, ¿qué futuro vaticina para este Caja Laboral obligado a reconducir su rumbo en la Euroliga?

Jugando como lo hicimos el partido del domingo y la primera mitad del Anadolu Efes, estoy seguro de que el equipo puede llegar lejos. Fuimos conscientes de lo que pasó en la segunda mitad ante los turcos y de que eso no se podía volver a repetir. Ante el Barcelona, se notó que en ningún momento perdimos la concentración. Aunque las cosas no fueron bien al principio, la gente no bajó los brazos y sacó toda la garra para remontar. Siguiendo esta línea de trabajo, entrarán sin ninguna duda en el Top 16 y se colocarán en una posición inmejorable para conquistar la Copa del Rey y la ACB.

La crisis también ha golpeado de lleno al baloncesto y hay varios jugadores de nivel en el paro. ¿Espera regresar a los ruedos en una rápido lapso de tiempo?

No está fácil encontrar equipo y menos a estas alturas. Ahora voy a aguardar la llegada de alguna oferta. Durante este tiempo de espera, seguiré entrenando duro para no perder la forma y en el momento en que alguien quiera contar conmigo, llegar en el mejor momento posible y aportar lo que esté en mis manos. No me cierro puertas, ni siquiera las del extranjero. Todo lo que sea competir y hacer lo que me gusta, bienvenido sea.