Vitoria. A este Baskonia sólido en la ACB pero muy dubitativo cuando debe hacer la maleta para traspasar las fronteras se le podrán discutir muchos aspectos relacionados con las evidentes limitaciones en algún puesto concreto. No así la estética, dinámica y atrevida apuesta por el juego de ataque que ha puesto en liza. A diferencia de lo ocurrido la pasada temporada, cuando los bostezos eran una tónica habitual en un resignado Fernando Buesa Arena e incluso primaba el pragmatismo del resultado por encima de las formas, el actual equipo en manos de Ivanovic trata por todos los medios de ser vistoso y comprometerse con una señas de identidad propensas a conseguir unas elevadas anotaciones. Y eso es algo que se agradece cuando el nivel de la ACB ha perdido muchos enteros como consecuencia de la masiva desbandada de estrellas rumbo a otras ligas más pujantes en lo económico.
Así se deduce de los álgidos guarismos en estas seis primeras jornadas ligueras donde ha habido que hacer frente a los principales rivales directos por el título. Con 498 puntos anotados, es decir una media de 83 por partido, el Caja Laboral es el tercero en este apartado estadístico únicamente por detrás del imparable Real Madrid de Pablo Laso, un grupo repleto de consumados velocistas y dotado de un devastador poderío en el perímetro, y del revitalizado Estudiantes. En la Euroliga, donde la exigencia y el nivel físico es mucho mayor, también firma números de lo más convincentes a la hora de profanar el aro rival. Casi 78 puntos de media es una cantidad para nada desdeñable, aunque ello no ha sido suficiente para gozar de tranquilidad y aquí se encuentran encendidas todas las alarmas.
Acusado en el pasado por sus críticos de no amoldarse a los perfiles de su plantilla e innovar con cuentagotas, Ivanovic ha demostrado -también lo hizo en los años iniciales de su primera etapa en Vitoria cuando dispuso de plantillas más rutilantes que en la actualidad- ser un técnico al que le gusta desplegar un juego de altas revoluciones y que sus equipos no suelen especular. El montenegrino ha entendido que las características de varios de sus habilidosos jugadores casan necesariamente con la puesta en práctica de un baloncesto alegre que, ante todo, sirve para enganchar a un público que parecía desencantado con el estilo de años anteriores.
Diferentes amenazas El Baskonia tiende este curso a ver el aro con extrema facilidad pese a la plaga de lesiones que ha sufrido. Y si algo sobresale, al menos a nivel doméstico -en Europa es otro cantar ante oponentes de mayor enjundia-, es en líneas generales la claridad en el cinco contra cinco posicional y, sobre todo, el aluvión de contragolpes. Sin ir más lejos, el Barcelona sufrió el pasado domingo en sus carnes la voracidad azulgrana en una faceta que en los últimos tiempos había proporcionado escasos frutos. Básicamente porque no se utilizaba. Mención especial merecen en este sentido los hombres altos como Maciej Lampe o Nemanja Bjelica, que están consiguiendo numerosas canastas fáciles aprovechando la lentitud de sus pares. El polaco y el balcánico, sin desdeñar la capacidad atlética del espigado Tibor Pleiss, son dos de los interiores más veloces del Viejo Continente a la hora de cruzar la pista de costa a costa.
Otro dato que ilustra este cambio de cara experimentado por el equipo es que el pasado ejercicio, a estas mismas alturas de la competición, únicamente se habían conseguido 436 puntos. En concreto, 62 menos que en la actualidad, lo que arroja un balance favorable de más de diez puntos de media desde que se desataron las hostilidades a finales de septiembre. Cabe reseñar que los notables porcentajes de acierto -61% en lanzamientos dobles, un 40% en triples y casi un 80% desde la personal-, también han contribuido disparar estos dígitos.
Igual de significativo es el hecho de que Ivanovic está consiguiendo meter en dinámica a todos sus hombres y diversificar el peligro del colectivo. Mientras la pasada temporada era Teletovic quien asumía un exceso de responsabilidad que en ocasiones no le correspondía por su anarquía, ahora existen muchas y valientes amenazas para provocar quebraderos de cabeza en el scouting de las defensas rivales. Lo refleja el elocuente dato de que cinco jugadores (Nemanja Bjelica, Oleson, Nocioni, Lampe y Rochestie) han promediado han promediado 10 ó más puntos en estos seis encuentros. Y un sexto, San Emeterio, acaricia esta cifra al totalizar 9,8 puntos de media. Lástima que estos buenos registros no vengan acompañados de una saludable situación continental para divisar el futuro con mucho más optimismo.