Se ha convertido en una tradición que el Caja Laboral alcance las primeras fechas del calendario oficial de competición con alguna baja en sus filas. Y este año se respetará también. Dusko Ivanovic prepara el estreno liguero con la idea de que tendrá que enfrentarse al CAI sin dos de los tres jugadores interiores de la plantilla. Ni Milko Bjelica ni Maciej Lampe, aquejados ambos de sendas lesiones de relativa importancia, han podido entrenar todavía, por lo que el técnico montenegrino enfoca el partido ante el combinado maño con los mismos esquemas mentales que ha empleado en los últimos ensayos estivales. Es más, es posible que incluso pueda encararlos con los mismos jugadores en su banquillo, puesto que la directiva podría echar mano del habitual comodín del temporero.

En las oficinas del Buesa Arena se valora la posibilidad de echar mano de Edu Hernández-Sonseca, un jugador que ha estado echando una mano en los entrenamientos en las últimas semanas y que ha cubierto en cierto modo las bajas de Bjelica y Lampe en los amistosos, en algunos casos incluso con cierta brillantez numérica. Desde el club se asegura que no está decidido, pero tampoco se descarta, y en cualquier caso se trata de un movimiento clásico, que casa a la perfección con el proceder de un equipo habituado a navegar en estos problemáticos océanos cada año por estas fechas.

Se decida o no el club por conceder al poste formado en la cantera del Real Madrid un contrato temporal, la realidad refleja que el nuevo proyecto baskonista deberá afrontar, como mínimo, su primer compromiso liguero con dos ausencias sensibles. Sobre todo por el hecho de que ambas se encuentran localizadas en el juego interior, ya de por sí el punto débil de una plantilla que todavía puede sufrir algún vuelco. En cualquier caso, ese postrero cambio de cromos no parece en ningún caso que pueda experimentarse antes de ese debut liguero, fijado para el mediodía del domingo en Zaragoza.

Ivanovic trabajará con lo que tiene para tratar de sumar la primera victoria en un pabellón del que el pasado año el cuadro baskonista salió trasquilado. Los servicios médicos del club confían en que tanto la lesión de rodilla de Milko Bjelica como la de espalda de Lampe desaparezcan en los plazos previstos, que coinciden más o menos en fecha con el choque ante el CAI. Pero no parece que ninguno de los dos pueda llegar y besar el santo.

El poste polaco, que el viernes acudió al Buesa Arena para participar en la puesta de largo del equipo y ver el partido de sus compañeros, reconoció al término del choque frente al Armani Milán de Scariolo que progresa bien, que experimenta una mejoría constante, aunque también que no tenía claro si podría llegar a tiempo para el debut en ACB. Sí llegará Fabien Causeur, que ayer no jugó por precaución tras arrastrar molestias de un golpe que sufrió el viernes.

Así las cosas, el plantel con el que se presentará el Caja Laboral en la capital mañana será más o menos el mismo que ha disputado los amistosos de estas dos últimas semanas, en las que pese a Hernández-Sonseca ha reflejado una evidente endeblez bajo los aros. El reto de Ivanovic pasa por salvar estas primeras citas con el equipo mermado.