vitoria. Maciej Lampe se ha convertido en la gran esperanza polaca. El jugador del Caja Laboral, que lleva algunas semanas arrastrando problemas en un tobillo, debe cargar con el peso de enmendar el errático rumbo que ha tomado la selección de su país en el inicio del Preeuropeo. El seleccionador, Ales Pipan, se aferra a la calidad del poste baskonista para conservar las opciones de poder estar el próximo año en la cita de Eslovenia. Y por eso, tras haberse perdido los tres primeros partidos por esa lesión en el tobillo, todo indica que Lampe debutará mañana en el torneo ante Albania.

"Si los médicos lo permiten, jugará el viernes contra Albania", reconoció un alicaído Pipan el pasado martes, tras la derrota de los polacos ante Finlandia, la segunda que cosechaba el equipo liderado hasta ahora por el NBA Marcin Gortat en los tres primeros duelos. La prensa polaca habla de la "necesidad" de contar con el jugador baskonista para tratar de salvar una situación con la que pocos contaban antes de que arrancara el Preeuropeo. Polonia, encuadrada en un grupo a primera vista sencillo (Bélgica, Finlandia, Suiza y Albania), sólo ha sido capaz de imponerse a los suizos. Al margen de Finlandia, también cayó ante Bélgica, por lo que sus opciones de clasificación han quedado comprometidas y el margen de error se ha reducido mucho.

A Lampe, inactivo hasta la fecha, le toca salir al rescate de su selección y de un técnico que el martes a duras penas podía contener las lágrimas tras la sonrojante derrota frente al combinado nórdico.