Vitoria La inesperada salida de Pablo Prigioni con rumbo a la NBA había puesto a los rectores en ciertos aprietos, pues la marcha del argentino suponía, además de la pérdida de un jugadores de enormes garantías, la reducción a tres jugadores de formación la nómina de una plantilla que precisa de cuatro jugadores criados baloncestísticamente en España para poder competir en la Liga ACB. El primer paso para evitar cualquier problema futuro lo dio ayer el club del Buesa Arena con la renovación por una temporada más de Unai Calbarro, un jugador cuya presencia en los partidos el pasado curso fue residual y que fue el duodécimo hombre para Dusko Ivanovic. Habrá que ver si esta temporada repite ese rol en el equipo o si, por mor de la escasez en el mercado, se convierte en esta ocasión en la undécima ficha.
Y es que la marcha de Prigioni ha puesto e entredicho la idea inicial que manejaba el club de confeccionar un bloque competitivo con once jugadores útiles. En caso de mantener esa idea, debería producirse un nuevo fichaje de un jugador formado en el baloncesto estatal y en ese caso Calbarro pasaría a ocupar la duodécima ficha baskonista.
En estos momentos, el club azulgrana cuenta con once plazas cubiertas, pero eso no quiere decir que no vayan a producirse nuevos movimientos en el futuro. Las dos piezas que no tienen su continuidad asegurada en la entidad, a pesar de contar con contrato en vigor, son Thomas Heurtel y Nemanja Bjelica. En el caso del primero, los rectores baskonistas contemplan la necesidad de que el base francés salga cedido durante una temporada para seguir completando su progresión y regresar a Vitoria con un mayor bagaje.
De producirse esta salida, las puertas del mercado volverían a abrirse para dar cabida en la plantilla a un base que se complementase con el recién llegado Taylor Rochestie, quien además de sus cualidades como director de juego también ha demostrado durante su estancia en el Le Mans que en determinadas ocasiones pueden actuar en la posición de escolta.
En el caso del serbio, el club vería con buenos ojos la llegada de alguna oferta -el jugador ha estado entrenando este verano con los Timberwolves de Minnesota, la franquicia que ostenta sus derechos en la NBA- por un hombre que en el tramo final del pasado curso mostró todas sus virtudes después de haber pasado casi dos temporadas desapercibido en Vitoria. Como suele ser costumbre en el Baskonia, una buena oferta económica sería acogida con agrado, lo que permitiría a las arcas azulgranas recibir una importante inyección económica -Bjelica cuenta en su contrato con una cláusula de salida a la NBA al final del próximo curso- a la vez que liberaría una importante ficha cuya cuantía crece con el paso de una campaña a otra.
Además, en la actual configuración de la plantilla, Nemanja se vería obligado a asentarse definitivamente como ala-pívot, ya que su puesto natural, el de alero, está ocupado por Fernando San Emeterio y Andrés Nocioni. Así, de producirse la salida del serbio, el Baskonia recurriría al mercado con bastante dinero liberado para apostar decididamente por un cuatro de calidad que hiciese pareja con Milko Bjelica.