Vitoria. Josean Querejeta ha pasado las últimas semanas deshojando la margarita. El máximo dirigente del Caja Laboral tenía que tomar una decisión difícil, quizá una de las más duras de su carrera: establecer si Dusko Ivanovic debía o no cumplir el año de contrato que le queda después de haber sido capitán de un barco que en los dos últimos ejercicios ha ofrecido más desencantos que alegrías a una hinchada que debe crecer en cuanto número tras la reforma del Buesa Arena. Querejeta se ha tomado su tiempo, a pesar de que en el seno del club existía una evidente división de opiniones, pero parece decidido a aprovechar la ocasión que le está brindando el Panathinaikos para encontrar una salida que satisfaga a todas las partes.

Dusko Ivanovic abandonará la entidad azulgrana, donde ha sido profeta, donde siempre será leyenda, donde se ha colmado de títulos, si el conjunto heleno, que lo desea como sustituto de Zeljko Obradovic, le ofrece un proyecto lo suficientemente atractivo como para que acepte su oferta de contrato. El Panathinaikos, según confirmaron ayer a este periódico fuentes próximas a la negociación, está presionando para que el preparador montenegrino se decida a alcanzar un acuerdo con el Caja Laboral para rescindir su contrato. Pero todavía no se ha dado esta situación, que en todo caso podrían facilitar las enormes dudas que la directiva azulgrana ha mostrado a la hora de confirmar al técnico en su puesto.

Josean Querejeta ha sido claro cuando se le ha preguntado al respecto: "Me gustaría que Dusko continuara entrenando aquí la próxima temporada", ha reiterado el presidente de Saski Baskonia. En realidad, está en su mano que así sea. Pero tal y como están evolucionando los acontecimientos, no parece que vaya a poner excesivas pegas si finalmente se produce ese acuerdo entre el preparador balcánico y el laureado equipo ateniense.

Ivanovic no puede abandonar un club en el que ha sido alma y corazón, líder espiritual, por la puerta de atrás. Querejeta es plenamente consciente de ello. Y no lo desea. Pero tanto desde dentro del club como, sobre todo, desde fuera, desde cierto sector de la grada que corre el riesgo de perder la ilusión, existen corrientes que lo empujan a buscar una salida. Y no pasarán demasiados trenes tan atractivos -dignos- como el del Panathinaikos, hacia donde Ivanovic se marcharía con la insignia de oro y brillantes del club vitoriano y todos los honores de héroe, que por otro lado se ha ganado en sus nueve años de servicio.

sito alonso, alternativa A lo largo de las últimas semanas, mientras Querejeta resolvía su dilema, ha comenzado a tomar cuerpo una realidad que antes se antojaba imposible. A pesar del hermetismo con el que ha querido manejar el Baskonia este asunto, agentes, periodistas y gente del baloncesto ha comenzado a tomarlo como un hecho inevitable. Incluso los primeros movimientos del equipo azulgrana en el mercado insinúan este relevo en el banquillo. El hecho de que Dejan Musli haya decidido rechazar una nueva cesión al Partizan para tratar de hacerse un hueco en las filas vitorianas o la más que posible marcha de un Pau Ribas a quien Ivanovic siempre protegió son sólo dos detalles, o indicios, de que la marcha del montenegrino puede convertirse en realidad.

Incluso se le ha puesto cara al posible sustituto: Sito Alonso, que en todo caso dispone de contrato en vigor con el Lagun Aro, aparece como el mejor colocado para ocupar el puesto del técnico de Bijelo Polje. El madrileño es un entrenador que gusta en las oficinas del Buesa Arena. Trabajador y metódico, a pesar de su perfil bajo, Alonso recibió hace semanas una llamada de Vitoria. Y la atendió complacido.