Vitoria. Por primera vez desde que vio la luz, a finales de verano de 2004, la Supercopa se celebrará sin que uno de los cuatro aspirantes a alzar el primer torneo de la temporada sea el Caja Laboral. A pesar de que el año pasado hubo opciones de que se consumara esta primera ausencia baskonista, hábilmente sorteada por la ACB con la elección de una sede, Miribilla, que permitió que el equipo vitoriano compareciera a un torneo en el que había sido siempre un fijo, será en su novena edición, que tendrá lugar el próximo mes de septiembre en Zaragoza, cuando se refrende lo que el conjunto Dusko Ivanovic se ha ganado -o mejor dicho no se ha ganado- a lo largo de una campaña en la que ha vuelto a estar alejado de las finales.
El CAI, como anfitrión, ocupa una de las plazas. Las otras cuatro, que se distribuyen en función de los méritos deportivos, se las distribuyen el Barcelona (campeón de la ACB), el Real Madrid (campeón de Copa) y el Valencia Basket, que llegó a disputar la final de la última edición de la Eurocup frente al Khimki ruso. El Baskonia, en esta ocasión, ni siquiera habría logrado plaza en el caso de que se hubiera escogido como sede el pabellón de alguno de estos tres últimos equipos, puesto que incluso ateniéndose a los criterios de elección, y en base a la pésima actuación del combinado azulgrana en la Euroliga, donde cayó por primera vez desde la creación del torneo a las primeras de cambio, incluso podría haberse visto superado por otros aspirantes.
La ausencia del equipo gasteiztarra resultará extraña en la celebración de un torneo que gobernó con puño de hierro, una competición que, por otra parte, tiñe su palmarés de azulgrana. Sólo dos equipos han ganado. Barcelona y Baskonia se reparten de manera equitativa los ocho títulos. Los vitorianos fueron capaces de ganarle en cuatro ocasiones consecutivas. La primera de ellas, en 2005, también tuvo lugar en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Ahora, con el Caja Laboral fuera de juego, el Barça tiene en su mano romper ese empate.