Vitoria. Saltó la liebre. A escasos días de que finalice este curso 2012-13 ya se ha movido la primer muesca del mercado de fichajes veraniego que este año pinta agitado y con el Baskonia como protagonista. Principal o secundario. Aún no se sabe. Algo, o quizás mucho, que decir en esto tendrá Alejandro Abrines, aquel jugador de Unicaja que ha roto, en esta campaña, récords de precocidad en la Liga ACB. El chico desconocido que consiguió el oro y el MVP con España en el Europeo Sub'18 tras haber militado tan sólo algo más de un año en la selección.

Abrines se desvinculó el lunes de Unicaja de manera unilateral previo pago de una de las cláusulas de su contrato. A partir de este punto las posibilidades se abren con el Baskonia como parte interesada. Muchos medios daban ayer por segura la marcha del prometedor escolta mallorquín al Barcelona, sin embargo el club culé desmintió tener nada firmado con el jugador y el propio agente del jugador, el gasteiztarra Igor Crespo, corroboraba este extremo a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA extendiéndolo a la totalidad de clubes interesados. La razón es simple: "La liga no ha terminado". "Cuando lo haga negociaremos con los dos equipos que están jugándola y alguno más", matizaba el representante del jugador.

Muchos pueden atisbar en los dos clubes futboleros, poderosos en el plano económico y con un proyecto deportivo, ambos, más que interesante, la próxima parada deportiva del exterior balear, pero no se debe infravalorar, en el aspecto negociador, a Josean Querejeta. Es evidente que el presupuesto global en el club azulgrana es menor que en el caso de los dos finalistas de la Liga ACB. Sin embargo, no es menos cierto que si el jugador es estratégicamente interesante para el club, el Baskonia está en condiciones de competir con casi cualquiera. No hemos de echar la vista demasiado atrás en el tiempo para encontrar un ejemplo en Nemanja Bjelica, usurpado de las garras financieras del todopoderoso Olympiacos.

A esto hay que añadir el interés mostrado por Igor Crespo, de manera explícita, en tantear la posición del club alavés. "Por supuesto el Caja Laboral es una opción. También algún que otro equipo", concedía. Aunque se antoja complicado que el joven jugador deje un club como Unicaja si no es para optar a la nobleza de la Liga ACB. Sí, de la ACB. Porque Crespo matizaba asimismo que no prevé que Abrines quiera moverse de España en estos momentos. Así las cosas, la ciencia deductiva ubica al joven talento de la prolífica cantera estatal en el podio de la liga. Barcelona, Real Madrid o Baskonia. Todo lo que no fuera esto, sería una sorpresa mayúscula.

Antes de afrontar el fichaje tendrá que aclararse la situación contractual del jugador. Para Crespo no hay nada que aclarar. "Está solucionado, tan sólo hemos ejecutado una cláusula del contrato del jugador", explicaba. Una cláusula de 300.00 euros que se preveía con el jugador en el filial mientras que ascendería a 640.000 si éste perteneciera al primer equipo. Al haber jugado varios partidos con la plantilla de ACB y cobrado varios complementos por ello, los malagueños no aceptan la primera cifra, ya abonada. En el derecho de tanteo radica la segunda desavenencia. El Unicaja afirma estar en posición de utilizarlo mientras que el entorno del jugador niega esta posibilidad.

A este respecto, Crespo matizó que ésta "es una situación a la que nos hemos visto abocados por la actitud del Unicaja". "Yo les propuse esperar hasta diciembre para hablar de la ampliación (al jugador le restaba un año de contrato) y ellos me dijeron que o renovaba o no jugaría al año siguiente", explicaba. Visto lo visto, se decidió ejecutar la famosa cláusula.

opción rabaseda Con Abrines en el mercado, la sucesión de operaciones parece lógica. De ir al Barcelona, la alternativa más factible, el club catalán debería soltar lastre de su amplia plantilla. Por posición, características y peso, Xavier Rabaseda sería un claro candidato a dejar el Palau, un jugador más que interesante para el Baskonia por talento y aptitudes. Sin duda, encaja en el perfil de dos killer que se persigue además de ocupar plaza como jugador de formación. Los escoltas abren el baile.