Vitoria. Andrés Nocioni es uno más de los numerosos jugadores del Caja Laboral con un futuro incierto. El club vitoriano rescató hace meses de su ostracismo en la NBA a un alero que quería aprovechar su estancia a las órdenes de Ivanovic para ponerse en forma de cara a los Juegos Olímpicos de Londres, el gran objetivo que le aguarda a partir de ahora con la selección de su país. El argentino utilizó ayer las redes sociales para dejar un mensaje que algunos interpretaron como una prematura despedida dado que este verano termina su contrato. "A la gente del Baskonia, le quiero agradecer el cariño y apoyo que me dio en este momento de mi carrera!! Ojalá nos volvamos a ver! Abrazos", escribió en twitter en un tono enigmático antes de añadir otra fase que resume su sentir. "Después de pensar en lo que pasó este año, con respeto a la gente del Baskonia, mi cabeza está fija en Londres ahora! Sigue la rueda!!!".
Nocioni ya ha dejado entrever a lo largo de las últimas horas que no se cierra ninguna puerta y se encuentra abierto a seguir ataviado con la elástica azulgrana. Ahondando sobre lo que le puede deparar su futuro, se mostró exultante de felicidad por poder elegir su propio destino tras no estar sujeto en la actualidad a un contrato en vigor con ningún equipo. No cabe duda de que el Chapu se convertirá en una de las piezas más codiciadas del verano estival pese a que sus 33 años ha perdido parte de la explosividad física que le convirtió en una estrella rutilante. En esa subasta que tenderá a abrirse para materializar su fichaje, y posiblemente en dura pugna con clubes más adinerados, el Baskonia no tendrá mucho que ganar.
En un momento crítico de la temporada que, además, estaba asistiendo a la reinauguración del Fernando Buesa Arena para más de 15.500 localidades, el desembarco de Nocioni sirvió al menos para devolver la ilusión a una afición sumida en el desencanto por los irregulares resultados y, sobre todo, la escasa estética del juego azulgrana. El santafesino inoculó su carácter ganador al resto de la plantilla, aunque un percance muscular en la recta final del play off truncó las esperanzas de que se erigiera en un elemento desequilibrante.