Vitoria. Perteneciente, desde hace ya años, a la terna de aspirantes a todo en los confines estatales, el Baskonia ha cimentado sus hechuras de equipo grande en la regularidad. A día de hoy, es harto difícil vislumbrar un título para el que no se postule con posibilidades reales y, por supuesto, la Liga ACB es uno de ellos.

Así lo reflejan los torneos conquistados por el club en los últimos tiempos y, sobre todo, su inigualable marca en los cuartos de final de la competición. Cualquier equipo, hasta los todopoderosos Barcelona y Real Madrid, se han dejado sorprender a las primeras de cambio en alguna ocasión en los últimos tiempos. El Baskonia no. El club de de Zurbano cuenta ya por ocho el número de temporadas consecutivas en las que ha excedido el primer tramo del play off.

Desde la campaña 2002-03 el equipo que preside Josean Querejeta no cae eliminado en esta apertura de la lucha por el título. Es la única vez que le ha sucedido en el presente siglo. Milenio para los mileniaristas, que no milenaristas, pese a la debilidad que uno pueda tener por Fernando Arrabal. Los tres cursos anteriores, Pamesa Valencia, Estudiantes y Caja San Fernando claudicaron ante un equipo que se labraba su pertenencia a la nobleza de este deporte a base de un trabajo reflejado en éxitos que se gestaban paso a paso. Eliminatoria tras eliminatoria.

Aquel último antecedente tuvo un regusto amargo, como toda derrota. Aunque conviene señalar que no se cayó ante un rival del montón. Tras la etapa en la que Javier Imbroda alzó al club malacitano a la élite del basket estatal con aquel subcampeonato liguero ante el Barcelona, consumado tras errar Ansley un ya histórico lanzamiento desde la linea de tres -por aquel entonces, situada a 6,25 metros del aro-, Bozidar Maljkovic, cuyo pasado baskonista es mejor obviar, congregó a un plantel de campanillas en el que se encontraban estrellas de la talla de Risacher, Milan Gurovic, Ademola Okulaja o Louis Bullock junto a destajistas de lujo como Frederic Weis, Berni Rodríguez, Carlos Cabezas, Mous Sonko, Chuck Kornegay, Roger Esteller... Un equipazo.

El Baskonia, Tau Cerámica en auel tiempo, tuvo una temporada en blanco, de transición, que no fue sino la previa a la sucesión de Final Four que le concedieron buena parte del respeto que ahora acoge en el Viejo Continente. La espantada de Oberto y Tomasevic a tierras valencianas, con quienes fueron subcampeones ese año -su mayor éxito en el levante español, por otra parte-, castigó el juego interior del club que hubo de hacerse con temporeros como Wolkowyski o Gadou, insuficientes para acompañar a un ascendente, pero aún bisoño, Luis Scola. La final de Copa fue su único premio aquel curso.

Pero, a partir de entonces, los azulgrana comenzaron a labrarse su entrada definitiva en la élite. El último escalafón. Anteriormente, la final de la Euroliga ante el Kinder de Bolonia, con aquella escisión que desvió a varios equipos importantes hacia una competiión alternativa, había puesto al club en boca de todos. Pero esto no es suficiente para ingresar en la élite. Para hacerse con un sillón allí.

La constancia, el repetir títulos, el ser un asiduo en las finales sí lo otorga. Tras haber caído ante el Unicaja, el Baskonia se deshizo del Joventut por tres a cero. Era la temporada 2002-03. Las dos siguientes, el club de Zurbano alcanzaría la final de la competición y dos más tarde, se haría de nuevo con el título de la Liga ACB, en la campaña 2007-2008. Se la arrebató al Barcelona tras haber vencido en cuartos al Pamesa Valencia. Las dos siguientes temporadas se repetiría la misma final con resultados alternos. Un título para el Barcelona (2008-09) y otro para el Baskonia (2009-10), el de la canasta imposible de San Emeterio. Bilbao Basket y Asefa Estudiantes fueron las víctimas alavesas en los cuartos.

El pasado curso, el Gran Canaria 2014 claudicó ante las huestes de Dusko Ivanovic y este año sería el Gescrap Bilbao el que debería continuar con la estadística. Sin duda, el contexto no es el mismo, aunque conviene remarcar que, en este aspecto, el Baskonia no tiene rival. Ni siquiera los dos clubes futboleros le superan.

Muy lejos queda un Real Madrid que ha caído en tres de las últimas cuatro eliminatorias de cuartos de final. Unicaja, Estudiantes y Barcelona han sido sus verdugos. No es el caso del Barcelona. Los culés perdieron en la 2004-05 su única eliminatoria de cuartos, desde la temporada 1991-92, ante el Real Madrid de Biriukov, Antunez, Simpson o Antonio Martín. No obstante, la estadística otorga al Baskonia el maillot de la regularidad. Habrá que pensar que no hay ocho sin nueve.