Vitoria. Dusko Ivanovic cambió ayer el sentido de sus declaraciones 360 grados. Más que el sentido, el tono, ya que el objeto es el mismo: mantenerse en el podio de la liga regular. Para ello el entrenador balcánico apelaba al coraje: "Lo único que tenemos que hacer es creer en nosotros y conseguir jugar lo mejor que podemos en este momento". Atrás queda la llamada de atención a sus pupilos tras la derrota ante el Joventut el pasado domingo. Ahora hay que asegurar la plaza que se ostenta de cara al play off, pero incluso la habitual exigencia duskista se vio plausiblemente mesurada. "Ganar en Fuenlabrada es muy difícil pero queremos ser terceros, en Fuenlabrada o aquí", concedía.
No quedó ahí el discurso alentador para con su plantilla del técnico. "Nos falta poco, estos dos partidos de liga y después el play off que es lo más importante", explicaba, "y creo que ahora mirar atrás, mirar cosas negativas no es bueno". Ivanovic, pues, se mostraba dispuesto a resetear y dar por inaugurado un último tramo del curso que haga olvidar lamentaciones pasadas: "Ahora es el momento para estar juntos, mirar lo positivo, olvidarse de lo que ha pasado e intentar hacer lo mejor que podemos en este momento".
No obstante, los recelos del montenegrino siguen estando ahí como demostró al mostar su perspectiva sobre el partido de hoy contra "un equipo que sabe jugar, que tiene un muy buen entrenador y que preparan muy bien los partidos". " Será muy difícil", concluía. Ni siquiera el bache que atraviesan los fuenlabreños transmite confianza alguna a un Ivanovic que opina que "el Fuenlabrada ha hecho una temporada, sobre todo al principio, excelente". El bajón en el rendimiento del plantel madrileño es, para el técnico, fruto de contratiempos, plasmados en "Ayón que se ha ido o Sené que se ha lesionado como otros".
Para concluir, el preparador azulgrana eludió las cávalas de cara al play off mientras dejaba muestras de su ambición, esta sí, intacta: "Nos puede tocar cualquiera, no elegimos nada pero queremos estar lo más alto posible".