Vitoria. Recién finalizada la fase final de la Eurocup disputada el pasado fin de semana en Moscú, Jordi Bertomeu aportó algo de luz sobre una de las polémicas que se ciernen sobre la identidad de los representantes de la ACB en la próxima Euroliga en el hipotético caso de que el Unicaja -como así parece a la vista de su errática trayectoria liguera- sea incapaz de remontar el vuelo en lo que resta de temporada. El director ejecutivo de la máxima competición continental reveló, en declaraciones a Radio 9, que "la regla es la que es y si queda por debajo del noveno, pierde la licencia definitivamente".
El club malagueño, convencido de mantener su plaza en el torneo con independencia de no cumplir este requisito según informaron ayer medios locales, corre el riesgo de firmar un batacazo deportivo y económico sin precedentes si no se clasifica para las series finales por el título. La consecución del noveno puesto, eso sí, le valdrá para disputar la Euroliga porque los estatutos del torneo remarcan con claridad que no se puede acabar por debajo de la posición que fija la mitad de los equipos. Es decir, en una liga como la ACB con 18 participantes, aquel conjunto con licencia A que concluya el curso en décimo o peor lugar perderá la licencia A que garantiza prácticamente de por vida su presencia en la competición por excelencia del Viejo Continente.
Estas declaraciones de Bertomeu abren la puerta de la esperanza a otra entidades como el Bizkaia o el Valencia Basket a recibir una invitación para disputar el evento si, por ejemplo, sellan su billete para la final de la ACB. Durante los últimos tiempos, sus dirigentes han vertido duras críticas en contra de este sistema que ha querido premiar la sólida trayectoria continental del Baskonia, Barcelona y Real Madrid a lo largo de la última década. "Si se supiera las reglas -en alusión a un directivo taronja-, sabría que si llega a la final (de la ACB) no le va a faltar una invitación. Será por méritos deportivos", corroboró el hombre fuerte de la Euroliga.