Vitoria. A los dos temporeros en manos de Dusko Ivanovic les llega la hora del veredicto final. El Baskonia afronta una semana crítica en la que debe tomar decisiones fundamentales sobre la configuración de su plantilla hasta el final de la temporada. En espera de saber cuál es el estado físico con que aterriza mañana Maciej Lampe a su regreso de Estados Unidos, el club tiene que resolver el futuro de dos piezas marginales en los esquemas del técnico montenegrino que acaban su contrato temporal este domingo tras el encuentro matinal ante el Gran Canaria en la reapertura parcial del Fernando Buesa Arena.

Vladimir Golubovic y Matt Walsh concluyen sus respectivos vínculos de dos y un mes de duración sin que hayan contribuido a elevar el nivel del colectivo. Ambos se encuentran perdidos en el fondo del banquillo incapaces de erigirse en dos elementos de calidad que ayuden a elevar las alternativas de un equipo que viene delegando su suerte desde el arranque de la temporada en un núcleo duro muy concreto. De ahí que, salvo sorpresa, su permanencia en la capital alavesa esté ahora mismo más teñida de sombras que de luces.

El voluntarioso poste montenegrino, al que no se le discute su entrega cada vez que salta a la pista, es víctima de sus terribles limitaciones, especialmente en ataque, que no pasan desapercibidas en ninguna de sus apariciones. Ha disputado un total de ocho partidos con unos escuálidos promedios de 2,3 puntos y 1,3 rebotes, sin haber dado la sensación de ser un poste dominante ni haber dotado de consistencia a un juego interior cogido con alfileres. Igual que sucediese en su día con Joey Dorsey antes de ser cortado por el club, Ivanovic le ha relegado al ostracismo anteponiendo incluso la opción de reconvertir a Milko Bjelica al puesto de cinco o de jugar con dos cuatros móviles como Mirza Teletovic y Nemanja Bjelica para configurar las dos posiciones cercanas al aro. Con independencia del estado físico de Lampe, una verdadera incógnita tras su prolongado periodo de convalecencia durante los últimos siete meses, sus días parecen contados. En el aire se mantiene la posibilidad de que el Baskonia incorpore otro interior procedente fuera de la ACB.

En una tesitura similar se halla Matt Walsh, que ha fracasado a la hora de incrementar la mordiente de la batería exterior y rellenar con garantías el enorme vacío dejado por Reggie Williams. El alero estadounidense, que tiene visos de seguir los mismos pasos que el balcánico, ha actuado en tres partidos aportando unos irrisorios 1,7 puntos y 0,3 rebotes de media. El regreso de Pau Ribas una vez resueltos sus problemas de muñeca constituye otro aval en contra de su continuidad.