Vitoria. Terminó el calvario. La historia contemporánea de este Baskonia ha bautizado como hombre de hierro al impetuoso San Emeterio. Sin embargo, existe otro jugador de la actual plantilla dispuesto a arrebatarle este título. Si tras haber disputado sin interrupción 212 partidos desde que llegó en verano de 2008 San Emeterio hubo de detenerse debido a una contusión en el gemelo, ahora ha sido Pau Ribas quien se ha visto obligado a interrumpir la inmaculada racha de presencias con el primer equipo baskonista hasta el esguince de muñeca que se produjera el pasado 3 de enero.
Hace unos días el catalán se confesaba con ganas de saltar de nuevo al parqué y eso es lo que hará este domingo en Sevilla salvo contratiempo de última hora. "He empezado a entrenar y lo más seguro es que pueda jugar sin problemas este fin de semana", concedía el bravo escolta. Sin duda constituirá un estimable aporte al plantel en múltiples áreas del juego. Pese a que la línea exterior sea la menos castigada por lesiones y demás percances, lo cierto es que un jugador como Ribas ayuda en todos los sentidos. Además, quedó demostrado en las tres primeras partes del encuentro que enfrentó a azulgranas y madridistas la pasada jornada que la defensa de la pintura va ser, al menos hasta la llegada de Lampe (inminente, por otra parte, se habla del 1 de febrero), tarea común.
Ribas deberá hacer gala de su inquebrantable fe a la hora de contener rivales como Paul Davis. El norteamericano es uno de los jugadores interiores con mejores números del campeonato. En 24 minutos de media, Davis está consiguiendo casi veinte puntos de valoración de entre los que cabe resaltar sus 17,5 tantos y 7,9 rebotes. El escolta de Badalona no obvia ni la amenaza que constituye el poste de Rochester ni las lagunas interiores que están insuflando demasiada endeblez al otrora robusto conjunto dirigido por Dusko Ivanovic y, debido a ello, hacía patente la conjura realizada desde el vestuario azulgrana con el fin de detenerle: "Es cierto que tienen a Paul Davis que crea muchos problemas a los hombres interiores y nos cuesta parar a este tipo de jugador". Asimismo, Ribas indicaba la fortaleza defensiva del bloque azulgrana, enfocada en buena parte hacia el jugador norteamericano, como una de las claves que podría traer la victoria a tierras alavesas. "Tenemos problemas dentro pero si el equipo trabaja bien y hacemos que Davis se encuentre incómodo, tendremos muchas más opciones porque estamos haciendo una buena temporada en el plano defensivo y hemos de seguir por ese camino", relataba el escolta.
Sí. El peligro que constituye Davis es incuestionable pero no sólo del pívot de Michigan vive el Banca Cívica, antiguo Cajasol. Pese a no haber arrancado, quizás, al nivel que se esperaba, tampoco sería lícito cuestionar la calidad de Milenko Tepic, fichaje sevillano para el presente curso y poseedor, a sus 25 años, de un currículum apabullante en el que encontramos Euroliga, liga griega, serbia, adriática, medalla de plata en un Europeo (el de 2009) e incontable número de medallas en categorías inferiores. Está el incipiente Satoransky, el veterano Pancho Jasen, el arrojado Guille Rubio, el exbaskonita Carl English, el navarro Txemi Urtasun... Todos ellos coreografiados desde el lateral de la cancha por el entrenador que reverdeciera los laureles del madridismo -en cuestiones baloncestísticas- previa florentinada que fue la contratación de Etore Messina: Joan Plaza. El catalán sabe perfectamente lo que quiere de sus equipos y éstos así se lo hacen saber al propio preparador con una disposición realmente ejemplar que acostumbra a partir desde la defensa. Como explica Ribas, "un equipo defensivo, muy agresivo" que se hace fuerte en casa, "un campo complicado donde juega el sexto de la liga que está en la Copa...".
Tarea, sin duda, ardua la que tienen por delante el plantel gasteiztarra, además de "un buen partido para reivindicarse y coger confianza de cara a los próximos partidos", como indica el hombre que mañana vuelve a ser de hierro.