Vitoria. Los responsables políticos de las instituciones que económicamente han soportado la reforma del Buesa Arena, la Diputación Foral de Álava y el Gobierno Vasco, visitaron ayer las renovadas instalaciones para quedarse maravillados con el resultado de una remodelación cuyos progenitores, Julio Herrero y José Luis Catón, explicaban al detalle. Un pabellón maravilloso para el baloncesto, pero también, y ese tiene que ser el gran reto, un recinto que tiene que convertirse en tractor económico relevante en un futuro no muy lejano por ofrecer posibilidades inigualables en el entorno.

El diputado general de Álava, Javier de Andrés, aprovechó la visita para recorrer al completo todos y cada uno de los espacios abiertos del pabellón. No se le atragantaron las escaleras al mandatario popular para alcanzar la última fila de asientos del cuarto anillo y comprobar de primera mano la calidad de la visión desde esa zona. Perfecta, como desde todos los asientos.

"Estoy admirado y me sorprende más la realidad que todas las maquetas y los vídeos tridimensionales que nos han enseñado. El interior es maravilloso, un sitio espectacular para ver baloncesto. Estoy seguro de que en el partido del día 5 de febrero mucha gente va a venir a ver al Baskonia, pero también muchos vendrán por ver el pabellón", indicó.

Llega el momento de rentabilizar una inversión que la consejera de cultura del Gobierno Vasco, Blanca Urgell, considera que ha de ser una "oportunidad para generar más actividad en la ciudad y más empleo". En este sentido, De Andrés tiene claro que la organización de eventos, al menos los referidos al baloncesto, está "más que asegurada conociendo al principal usuario" y tampoco duda de que el Baskonia siga cumpliendo su proyecto de "atraer gente" y llenar el pabellón como ya lo hizo tras anteriores cambios.