vitoria. Dejan Musli quedó relegado al ostracismo durante el mes que permaneció en el sur de Madrid. El técnico segoviano justifica ahora su sorprendente decisión.

¿Qué ocurrió con el poste serbio para que no jugase nada?

Bueno, el carácter del entrenador del Fuenlabrada exige a veces un grado de esfuerzo máximo. Dejan es un muy buen chaval y con talento. Creo que está en sus manos, no en las de los preparadores que lo entrenemos. Muchas veces, la disposición, la actitud y la forma de trabajar es más importante que la calidad de un jugador. A mí me gusta que los jugadores tengan calidad, pero que no estén exentos de trabajo. Y él debe de esforzarse mucho más en esto de continuar hacia adelante si realmente quiere ser un hombre de esta liga y Europa.

¿Quiere decir entonces que no jugó por una simple cuestión de su poca vocación para el trabajo?

No he estado muchos días con él, apenas un mes. Tiene buena actitud, pero le falta algo de carácter en este sentido y algo de esfuerzo personal que solamente él podrá dar y nadie se lo puede regalar. Los minutos son muy caros, tienen un precio y él debe llegar a pagarlo con esfuerzo, sacrificio, actitud e intensidad. Eso es lo que, de alguna manera, le demandamos en el tiempo que estuvo aquí.

Como muchos, ¿corre el riesgo de quedarse a mitad de camino?

No soy el más indicado para responder, ya que apenas le dirigí un mes. Si el club le tiene entre sus filas, es porque cree que el jugador podrá dar ese salto de calidad. El siguiente paso ya no es que te den la oportunidad de estar, sino una cuestión suya. Será Musli el que deba hablar en la pista y decidir las cosas. Jugando es la única manera de que progrese, pero es algo que se deberá ganar.