EL Caja Laboral ya va cogiendo el ritmo de la temporada. Son ya muchos años en la élite del baloncesto europeo para entender que ningún rival es fácil si le permites hacer su juego. El Baskonia puso la velocidad de crucero para imponerse a un Blusens recién ascendido y después de haber librado una gran batalla contra el Olympiacos en la Euroliga. La verdad es que no necesitó sacar su mejor versión para imponerse a un oponente muy fallón y con gran cantidad de pérdidas. Pasar en menos de tres días de los todopoderosos griegos a los gallegos requiere de una gran dosis de concentración para que no se te complique el partido más de lo necesario. Los entrenadores siempre tenemos claro eso, pero los jugadores a veces se despistan y es su obligación que eso no pase. En esta ocasión, la perseverancia de Dusko se impuso a la posible relajación de los jugadores. Desde el primer minuto pudimos ver a un equipo enchufado y ya para la finalización del primer cuarto el partido estaba muy cuesta arriba para los gallegos. Los porcentajes de tiro de los hombres entrenados por el alquimista tanto de dos como de tres puntos estuvieron muy por debajo de sus números habituales. En unas ocasiones fueron tiros errados en posiciones de clara ventaja, la gran mayoría se les quedaban cortos también debido al buen ritmo de la defensa del Baskonia, que les hizo llegar a esas posiciones de forma precipitada. Y en otras ocasiones por la buena defensa azulgrana que hizo que lanzaran de forma forzada. Tengo que decir que el Blusens me gustó. Por algo es la quinta mejor defensa del campeonato. A pesar de verse con 20 puntos de desventaja en el segundo tiempo, siguieron siendo un equipo compacto e intentando mejorar en cada acción. Eso dice mucho de la mentalidad de ese grupo de jugadores y de su entrenador. Lo más normal en esas situaciones es bajar la guardia y dejarse llevar. En cuanto a los nuestros, estoy viendo un cambio de actitud de Dusko en dos aspectos. En primer lugar, en la forma de relacionarse con sus jugadores y más si cabe con los que lo están pasando mal, casos de Williams y Dorsey. Con Joey, a pesar de no estar totalmente recuperado de su lesión y de tener los sistemas con alfileres, las muestras de cariño que pude ver me hacen pensar que Dusko está poniendo todo de su parte para intentar recuperar a estos jugadores, ya que la temporada es muy larga. Otro aspecto fue el volver a jugar con once jugadores en las rotaciones, siendo el que menos jugó Nemanja con 10 minutos. Esto no quiere decir que no habrá partidos en los que rotará solamente con 8 ó 9 jugadores, pero es una declaración de intenciones. Y hablando de Nemanja. Fue todo un poema su cara cuando le puso Dusko en cancha en los últimos tres minutos. Es la cara de un jugador que no sabe muy bien por dónde tirar. No tiene la confianza de Ivanovic y además no le están saliendo las cosas como él quisiera. Mucho talento y grandes condiciones, pero hasta el día de hoy seguimos esperando ver todo eso que lleva dentro. Y ya son unos cuantos meses desde que aterrizó en Vitoria con la vitola de gran promesa.