vitoria. Dusko Ivanovic está por fin de enhorabuena. Si algún mal fario no lo impide a última hora, el técnico montenegrino podrá disponer mañana por primera vez del equipo al completo en un encuentro correspondiente a la Liga ACB. Frente al siempre aguerrido Blancos de Rueda Valladolid, el cuadro vitoriano se halla obligado a frenar su peligrosa espiral de derrotas a nivel doméstico para encarrilar el billete hacia la Copa del Rey. Y nada mejor para ello que contar con todos sus efectivos, un objetivo que por diferentes razones se le ha resistido en los últimos tiempos.

El estado de felicidad del preparador nacido en Bijelo Polje viene derivado de la recuperación de Reggie Williams y Joey Dorsey. Ambos jugadores estadounidenses se ejercitaron ayer con normalidad -el pívot lo hizo con el grupo al completo únicamente por la tarde-y deberían estar en condiciones no sólo de subirse al autobús sino también de jugar unos minutos en el Polideportivo Pisuerga ante el conjunto adiestrado por Luis Casimiro. Otra cosa distinta es la decisión final que adopte Ivanovic, especialmente con el pívot, después de varias semanas fuera de combate.

El escolta-alero ya ha recibido el alta hospitalaria tras la gastroenteritis que sufrió el pasado martes y por la que debió ingresar en un centro sanitario vitoriano. Sus vómitos y diarreas ya han remitido, así que debería gozar de un protagonismo, a priori, mayor que el de su compatriota. En el caso de Dorsey, lesionado desde el pasado 4 de octubre debido a una luxación del pulgar de su mano izquierda, su ingreso será más paulatino habida cuenta de su poco conocimiento de los sistemas y su escaso ritmo.

En cualquier, el mero hecho de que ya se encuentre en la planilla de expedicionarios contribuirá, en parte, a aliviar las penurias del juego interior apreciadas en los últimos tiempos. Siempre que el primer dedo haya quedado perfectamente reajustado en su lugar y que haya cicatrizado la pequeña brecha que se produjo en el percance, Dorsey debería aumentar la solidez en un apartado del juego cogido con alfileres debido a la eventualidad de Kevin Seraphin y la lesión de larga duración de Maciej Lampe en la cadera.

Ivanovic confirmó ayer el extremo de la vuelta de los dos norteamericanos a los entrenamientos. De la misma manera, también deslizó que el Baskonia acometerá la llegada de un poste temporal si el fornido galo se ve obligado a hacer las maletas en breve rumbo a los Wizards una vez concluya el lockout de la NBA. "Seguro que estamos pensando en ello. Si pasa algo, como todos los equipos que han optado por fichar a jugadores procedentes de la NBA, tendremos que encontrar una solución". A este nuevo refuerzo se le extendería, a lo sumo, un vínculo por dos meses, dado que el regreso del polaco se ha fijado para finales del mes de diciembre.

Mientras el Caja Laboral no ha dado todavía con la tecla para ser un bloque realmente compacto que domine los partidos con puño de hierro, su capataz reclama las mismas premisas que siempre para conseguir victorias. Tras los dos últimos tropiezos ante el CAI y el Valencia, el margen de error se ha reducido sobremanera. "Todo el mundo lo intenta y trabaja bien, pero en los momentos en los que alguien no tiene este ritmo de juego, lo importante es que se entrene bien, ya que con el tiempo jugará mejor", apuntó Ivanovic. En este sentido, una de las premisas para edificar esta ansiada solidez será "reducir las pérdidas de balón" que han permitido a los rivales "conseguir canastas fáciles".

En Valladolid, donde el Baskonia recibió la pasada campaña un severo coscorrón tras una actuación fantasmagórica (78-64), aguarda un rocoso anfitrión que suple su falta de talento con ingentes dosis de casta. Debido a las penurias económicas de un club sujeto a la Ley Concursal, Luis Casimiro dirige un colectivo huérfano de nombres rutilantes pero que, al amparo de sus aficionados, tiende a crecerse. "En la ACB, los desplazamientos a cualquier pista son complicados. Para ganar, deberemos tener paciencia, defender bien y no dejar que el otro equipo coja el ritmo. Ellos consiguen muchas canastas fáciles y no se complican la vida", ensalzó el entrenador montenegrino.