Vitoria. Dejan Musli ya se encuentra desde ayer por la tarde en Fuenlabrada, el lugar que le acogerá como mínimo durante el próximo mes de competición. Si las pruebas médicas no dictaminan nada extraño, la intención del club ubicado en la periferia de Madrid reside en darle de alta para el partido de mañana correspondiente a la segunda jornada liguera ante el Manresa en el Polideportivo Fernando Martín. La primera oportunidad de la que gozará el joven interior serbio para ganarse la confianza de Porfirio Fisac y, de esta manera, sentar las bases de su continuidad para toda la temporada siempre que las dos partes interesadas alcancen un acuerdo en la siempre controvertida materia económica.

Tras dominar con puño de hierro las categorías inferiores del Viejo Continente, su bisoñez e insuficiente proyección le han impedido hacerse un hueco en el Caja Laboral, donde no entró el pasado ejercicio en los planes de Dusko Ivanovic pese a la orfandad de efectivos en la pintura. "Musli es nuestro jugador y esperemos que sea importante en el futuro, pero ahora debía jugar minutos. Si no se puede ganar un sitio en el Fuenlabrada, se buscará otro equipo", admitió ayer el preparador montenegrino, que en la mayoría de las ocasiones se ha mostrado reacio a contestar cualquier pregunta relacionada con una de las grandes apuestas de Josean Querejeta.

Musli vivió ayer una ajetreada jornada en vísperas de afrontar un nuevo desafío en su todavía corta carrera profesional. No en vano, antes de viajar hacia tierras madrileñas, tomó parte en la sesión matinal del Baskonia y acudió después a las oficinas del club para estampar su firma en el contrato con su equipo de destino. El vínculo temporal que ha suscrito con un modesto de la Liga Endesa acostumbrado a moverse en la zona media de la clasificación conllevará apenas la disputa de seis encuentros, en concreto tres en casa ante el citado Manresa, el Estudiantes y el Barcelona, además de las visitas al Joventut, Murcia y Blu:sens.

Sin embargo, el Baskonia ha dejado abierta la puerta a su continuidad hasta el 30 de junio de 2012 en el sur de Madrid dado que, a priori, constituye un acomodo idóneo para que uno de sus jóvenes diamantes se vaya puliendo y complete su laborioso proceso de formación. Y, dado que los minutos en la capital alavesa a las órdenes de Ivanovic estaban completamente vetados, su marcha al Fuenlabrada era una de las mejores opciones encima de la mesa. Más si se confirma que su principal estrella, Gustavo Ayón, se perderá los próximos compromisos de la competición doméstica debido a una lesión en su hombro izquierdo. En la zona madrileña, compartirá presencia con Sené y Mainoldi.