vitoria. Si el presente se había convertido por derecho propio en uno de los veranos más agitados de la ya de por sí convulsa historia estival del Baskonia, el número de inconvenientes que están trastornando el rumbo normal de los acontecimientos parece no tener fin. El nuevo protagonista de este anormal periodo de pretemporada es Pau Ribas, que podría unirse a Marcelinho Huertas, Stanko Barac y Esteban Batista en la lista de salidas del Caja Laboral. La falta de acuerdo entre el jugador y el club vitoriano para la rebaja del sueldo que puso sobre la mesa la directiva de Josean Querejeta hace unos meses podría llegar incluso a provocar que el escolta catalán comience la temporada en otro equipo.

Desde luego, es una sorpresa para todo el mundo. Ribas pasa por ser uno de los jugadores más consolidados del conjunto baskonista. Cuenta con la total confianza del técnico, Dusko Ivanovic, y además en la que podría ser su tercera temporada en Vitoria sería uno de los cuatro jugadores de formación que exige el nuevo marco de contratación en cada plantilla. Su salida no es todavía algo confirmado, pero lo cierto es que la entidad gasteiztarra lo ha puesto en el mercado y hay varios equipos interesados.

El principal punto de fricción, donde radica el conflicto entre ambas partes, tiene que ver con la reducción de salario que Querejeta le planteó tanto al catalán como a otros jugadores del plantel. Entre ellos se encontraban tanto Esteban Batista, que tampoco aceptó y con el que la entidad del Buesa Arena llegó a un acuerdo para buscarle acomodo en otro lugar, en este caso el Anadolu Efes, como Brad Oleson, otro jugador que aún no ha contestado a la solicitud pero que sigue en Vitoria.

A mediados de julio, el agente del jugador formado en el Joventut realizó una contraoferta que, a tenor de los acontecimientos, tampoco ha convencido a la directiva. Ribas tiene contrato hasta junio de 2013. La oferta del club, que pasaba por ampliarle el contrato dos años más, incluía una importante rebaja salarial que el escolta badalonés estaba dispuesto a aceptar de inicio, pero no durante las próximas cuatro temporadas. La contraoferta de su agente incluía un aumento precisamente en los dos últimos cursos. Pero ambas partes no han logrado llegar a un acuerdo.

De esta manera, aunque su continuidad en Vitoria no queda en absoluto descartada, los responsables del área deportiva ya han abierto negociaciones con alguno de los clubes que han mostrado cierto interés en contar con sus servicios. El Valencia está en la puja. Y no es el único. En cualquier caso, aunque aún cabe esperar que se cierre un acuerdo, el futuro de Ribas está en el aire.