vitoria. El Baskonia ya dispone del anotador que con tanto ahínco ha estado buscando este verano. Reggie Williams, un escolta que ha militado la última temporada en los Golden State Warriors, se convirtió ayer en el cuarto refuerzo de un plantel que aún aguarda la llegada de dos piezas más para dar por cerrada la plantilla. A punto de cumplir los 25 años -lo hará el 14 de septiembre-, con una altura de 198 centímetros, capacitado para desenvolverse en las posiciones de dos y de tres y con fama de gozar de mucho más talento para atacar que para defender, el exterior nacido en Prince George (Virginia) se convirtió en miembro de la plantilla vitoriana justo un día después de que Dusko Ivanovic asegurara a los medios de comunicación que ni siquiera se planteaba la posibilidad de que llegara a Vitoria algún jugador que pudiera marcharse a los pocos meses de empezar la competición si acababa el lockout. Williams tendrá la opción de hacerlo.

El contrato de un año que han acordado ambas partes incluye una cláusula que permite al jugador salir del Baskonia en el caso de que reciba una oferta de cualquier equipo de la NBA. Pero no será gratis. Josean Querejeta, implacable negociador, ha conseguido que esa opción de salida tenga un precio de un millón de dólares, cantidad suficiente para que Williams, cuya intención pasa por hacer méritos de cara a ganar un contrato plurianual en su país, se lo piense dos veces antes de hacer las maletas.

La nueva incorporación baskonista, que el pasado ejercicio disputó 80 encuentros con la franquicia de Oakland (promedió 9,2 puntos y 2,7 rebotes por partido), figura ahora mismo en la nómina de agentes libres, por lo que no dispone de un contrato asegurado ni siquiera en el caso de que se llegue a un acuerdo sobre el convenio colectivo y se reanude la competición norteamericana. Tiene que ganárselo. Por el momento, lo que tiene es un contrato en Vitoria. Según la prensa de su país, percibirá 1,5 millones (en torno al millón de euros) si juega toda la temporada en el conjunto del Buesa Arena.

Aunque el Baskonia hizo oficial poco antes del mediodía de ayer el fichaje, fue su agente el que unas horas antes destapó la operación y las intenciones con las que Williams, que se ha confirmado como un buen jugador de rotación en los Warriors, se ha decantado por ser uno de los militantes de la NBA que comenzará el curso en una competición overseas (ultramar, como se refieren en la prensa americana a las ligas de otros continentes). Desde luego, da la impresión de que no vendrá de vacaciones. Se jugará su futuro. "Aunque el sueño de Reggie de jugar en la NBA es nuestro primer objetivo, pensamos que jugar en la ACB le permitirá colocarse en una mejor posición como agente libre cuando regrese de España", aseguraba la la noche del lunes su representante, Ron Shade, en declaraciones a Yahoosport.

El nuevo jugador del Baskonia, que se ha consolidado como un jugador de rotación con buen cartel en los Warriors, destaca ante todo por su capacidad para anotar. Es una máquina de hacer puntos. En su último equipo se encontraba con el problema de tener por delante en la rotación a dos grandes figuras de la NBA, Monta Ellis y Stephen Curry. Aun así, logró hacerse con un hueco para exhibir esa facilidad para encestar que le ha acompañado desde que inició su carrera. En su etapa colegial, con el Virginia Military Institute, anotaba en torno a los 28 puntos por partido. Ese talento lo condujo a convertirse en el máximo realizador en la historia del baloncesto de institutos de su estado natal. Lideró la NCAA en puntos dos años consecutivos (2007 y 2008).

experiencia europea No debía de ser buen estudiante. Las notas no le dieron (ni se las falsearon) para acceder a la universidad. Hizo las maletas y, como otros jugadores americanos, adquirió su primera experiencia en Europa. Recaló en el Dijon de la liga francesa. Pero en su fuero interno nunca ha estado presente la opción de hacer carrera en Europa. Quería jugar en su país, triunfar en la NBA. Y lo consiguió. Golden State Warriors sería su destino.

Reggie fue reclutado a finales de la temporada 2009/2010 de la Liga de Desarrollo, donde confirmó su voraz apetito anotador. Con los Sioux Falls Skyforce promedió 26 puntos y 5,7 rebotes por cita antes de que los Golden State Warriors le ofrecieran un contrato temporal de diez días, que se prolongó otros diez y acabó por convertirse en un acuerdo hasta el final del ejericio. Al final se quedó también el siguiente curso, el pasado, donde tras su más que aceptable aportación desde el banquillo le habían salido muchas novias antes de que se decretara el lockout.

Ahora llega a Vitoria para cubrir un puesto que ni Logan, a punto de cerrar su salida al Panathinaikos, ni Oleson, con muchas opciones de salir rumbo a Valencia, pudieron cubrir. De su adaptación dependerá su éxito. El Baskonia ya tiene killer.