Vitoria. su presupuesto y jerarquía dentro de la competición así lo demandan por razones obvias, pero ello no es óbice para constatar año tras año la extrema regularidad de un Baskonia convertido por méritos propios en un asiduo de la aristocracia. Pese a sus desesperantes altibajos del presente curso, los pupilos de Ivanovic alcanzarán el mínimo exigible para seguir postulándose como una alternativa al reinado liguero. Y es que el conjunto vitoriano se encuentra a punto de satisfacer matemáticamente su condición de cabeza de serie para los play off por el título por octava temporada consecutiva.
Batiendo pasado mañana a un Joventut en plena caída libre en el Olímpico de Badalona o, en su defecto, imponiéndose el siguiente fin de semana al Lagun Aro de Pablo Laso en el Buesa Arena, ambas premisas al alcance de las posibilidades azulgranas, asegurará definitivamente una cuarta plaza que le permitirá gozar de la ventaja de campo en el primer cruce de cuartos de final ante el Fuenlabrada, el Gran Canaria o el Bizkaia Bilbao Basket, los tres implicados en la enconada pelea por ser quintos.
Desde la lejana temporada 2002-03, presidida por las continuos lesiones y las evidentes dificultades acaecidas en verano para construir un bloque solvente, el Caja Laboral siempre ha edificado un dominio latente en las sucesivas fases regulares de la competición doméstica. Aquel curso padeció incluso problemas para clasificarse para la pelea por el título al ocupar una decepcionante sexta plaza que se tradujo después en una eliminación a las primeras de cambio ante el Unicaja en un dramático quinto partido.
Sin embargo, el inquilino del Fernando Buesa Arena concluyó primero en las fases regulares de 2003-04, 2004-05, 2006-07 y 2008-09, segundo en las de 2005-06 y 2009-10, y cuarto en la de 2007-08, donde acreditó unos registros (22 victorias por 12 derrotas) muy similares a los actuales. Ni siquiera el Barcelona, con quien ha protagonizado las tres últimas finales ligueras, y el decadente Real Madrid exhiben unos números tan consistentes y sólidos como los alaveses.
Pese a ello, el rendimiento baskonista de los últimos meses está dejando bastante que desear en comparación con años precedentes. Las once derrotas que totaliza en la actualidad el combinado de Dusko Ivanovic constituyen el segundo peor registro de las siete últimas campañas, donde siempre se bordeó la treintena de victorias durante la fase regular. A lo sumo, este curso ya sólo se podrán alcanzar un máximo de 23, cuatro y cinco menos respectivamente que los dos últimos ejercicios. La tibieza exhibida en los desplazamientos se ha traducido en una posición más retrasada de lo habitual, aunque la fortaleza en el Buesa Arena -únicamente profanado por el Real Madrid- ha vuelto a ser el mejor aval para mantener un lugar entre los cuatro primeros clasificados. Queda la tristeza de que la ventaja de campo en unas hipotéticas semifinal y final parece haberse esfumado por completo.