vitoria. Gary Neal, actor secundario que pasó sin pena ni gloria por Barcelona y Unicaja, se convirtió la madrugada de ayer en el héroe que impidió el cambio de ciclo en la NBA. Un triple inverosímil, por la puntería y lo inesperado del ejecutor, salvó a los Spurs de lo que se antojaba como una muerte segura, el final del reinado de Duncan, Parker y Ginobili, de los espartanos del intransigente Popovich. Neal firmó la canasta de su vida cuando quedaban décimas para que los Grizzlies remataran al moribundo equipo texano. Su irrupción en la película de una eliminatoria apasionante, condujo el quinto partido de la serie (2-3) a una prórroga en la que San Antonio pudo salvar el match ball (110-103).
Ante su público del AT&T Center los Spurs ofrecieron la misma apariencia de debilidad que han arrastrado desde que arrancaron los play off. Sin Blair, lesionado, Popovich volvió a conceder unos minutos al exbaskonista Tiago Splitter, que ayudó en la titánica labor de detener la producción interior de Memphis, donde Marc Gasol y un excepcional Zach Randolph están decantando la serie. Los Grizzlies, octavos clasificados en la Conferencia Oeste durante la fase regular, están firmando una serie casi perfecta. Sin Rudy Gay, una de sus figuras, y con O.J. Mayo como suplente, han encontrado la fórmula para colocar a los Spurs contra las cuerdas.
En los otros dos encuentros disputados en la madrugada de ayer no hubo espacio para la sorpresa. Miami y Oklahoma City sentenciaron sus cruces -ambos por 4-1- y lograron un merecido y esperado pase a las semifinales de conferencia. Los Heat volvieron a sufrir ante el derroche físico de Philadelphia (97-91) y ahora tendrán que verse las caras ante los Celtics en una eliminatoria que se presume apasionante. El Big Three volvió a ser determinante. Wade (26 puntos y 11 rebotes), Bosh (22 y 11) y Lebron (16 y 10) fueron demasiado para los Sixers. Los Thunder, con un gran Durant (41 puntos), acabaron con las esperanzas de los Nuggets (100-97).