vitoria. Si los derbis de los últimos tiempos entre el Baskonia y el Bilbao Basket han tenido su miga y resultado de alto voltaje, la elevada tensión que ya se respira en el ambiente de cara a la matinal del domingo elevará más si cabe los decibelios del Buesa Arena y dará una vuelta de tuerca más a un enfrentamiento ya de por sí picante y de una encarnizada rivalidad. Porque nunca en la historia reciente de la ACB un combate entre los actuales dominadores del baloncesto vasco ha emergido con tanta paridad en la tabla clasificatoria y podido tener tanta influencia para la ubicación definitiva de ambos contendientes al final de la fase regular.
Entre la menor pujanza del Caja Laboral durante el inestable curso liguero y que el Bizkaia ha disparado su cotización para intentar recortar la desventaja con respecto al grupo cabecero, el partido despierta un atractivo evidente. Separados unos y otros por una única victoria, quien salga airoso del coliseo vitoriano dará un paso de gigante para no perder la estela del rocoso Power Valencia en busca del bronce de la fase regular, asegurar, como mínimo, la cuarta posición y, por ende, la ventaja de campo en uno de los cruces de cuartos de final del play off por el título. Casi nada, vamos.
El equipo de Dusko Ivanovic, que partirá como favorito al haber dejado ya constancia de su inexpugnabilidad como local, afronta una cita crucial para su devenir en la competición. Y es que, dada su errática trayectoria lejos del Buesa Arena, la diferencia entre ser cuarto o quinto es abismal. Caso de ganar, ampliará a dos triunfos su renta sobre los vizcaínos. Si lo hace por más de cuatro puntos, la escuálida diferencia por la que sucumbió en la ida en Miribilla (99-95), habrá asestado un golpe casi definitivo a un Bizkaia que precisaría en ese caso de tres tropiezos del vigente monarca liguero durante las últimas cuatro jornadas para desbancarle en la clasificación. Lo que también es seguro es que el Caja Laboral retrocederá momentáneamente a la quinta plaza si se ve superado por los discípulos de Katsikaris. Ese fatídico desenlace comprometería mucho sus opciones de conseguir la ventaja de campo en cuartos de final a tenor del calendario que les resta a unos y otros en la recta final. El Baskonia jugará a domicilio en la Caja Mágica de Madrid y el Olímpico de Badalona, además de recibir en Vitoria al Valladolid y al Lagun Aro. Por su parte, el Bilbao Basket actuará como anfitrión ante el Fuenlabrada y el Menorca, y rendirá visita al Cajasol y al Estudiantes.
Si el Power Valencia no incurre, al menos, en un error en lo que resta hasta la llegada de los play off, vitorianos y bilbaínos están condenados a reeditar en mayo el titánico pulso que ya mantuvieron en la pasada Copa del Rey, saldado in extremis a favor de los primeros pese a la colosal producción ofensiva del griego Vasileiadis. En una traicionera serie al mejor de sólo tres partidos, el hecho de contar con la ventaja de campo se antoja determinante para obtener el billete hacia semifinales. De ahí la trascendencia que entraña esta cita para el Caja Laboral, cuyo optimismo se asienta en el irrebatible dato de que únicamente ha perdido un choque al amparo de su afición ante el Real Madrid desde que arrancó este convulso ejercicio.
Tras los resultados de la última jornada que han ensanchado el margen de ambos sobre la sexta posición, los vecinos vascos ya se postulan como las únicas alternativas para arrebatar la tercera posición al sólido cuadro adiestrado por Svetislav Pesic, que también afronta un exigente epílogo de fase regular. Los taronjas recibirán en Valencia al Unicaja y al Manresa, y se desplazarán a las pistas del Menorca, Estudiantes y Gran Canaria.