vitoria. Durante la entrevista, surge ineludiblemente el nombre de Carlos Cabezas, cuyo fichaje fue sondeado hace unas semanas por el Baskonia con el fin de hallar un escudero para Marcelinho en la dirección de juego. El directivo del CAI admite "unas conversaciones" que se fueron al traste en cuanto el base marbellí sufrió durante un entrenamiento una fractura en el metacarpiano de su mano derecha.

Con toda la sinceridad del mundo, ¿hubo alguna posibilidad real de que Cabezas recalase en Vitoria?

Hubo conversaciones que no llegaron a concretarse nunca y que, con la lesión de Carlos, definitivamente se pararon. Es un jugador del que nosotros no nos queríamos desprender. Desconozco cuál hubiese sido el desenlace de la operación si no se hubiese producido ese percance, pero es cierto que hubo negociaciones que no se concretaron en un acuerdo. Con la lesión, ya quedó todo al margen.

Se especuló que ustedes querían un intercambio con Ribas o que pedían una fuerte suma de dinero. Es obvio que no lo iban a regalar, ¿no?

Si las dos partes hubiésemos avanzado algo más en las negociaciones, la postura de cada uno habría estado mucho más definida. Insisto en que las conversaciones fueron un poco más generales y ambiguas. Entonces no se llegó a nada concreto. Lógicamente, todo se hubiera podido hablar, pero nunca se llegó a un término final como para decir si el fichaje se consumaba o no. Nosotros estamos tranquilos, porque no nos queríamos deshacer de Carlos. Si el Baskonia hubiese pujado más fuerte por él, quizá la operación habría cristalizado. En cualquier caso, el Caja Laboral debía haber dado los pasos necesarios, en ningún caso nosotros.