Vitoria. Meses después de salir a la luz la noticia de que el Baskonia tendría que jugar lejos del Buesa durante buena parte de la temporada, ninguna de las partes implicadas parece aún dispuesta a mover ficha para que los aficionados del conjunto azulgrana conozcan cuanto antes cuál será su hogar transitorio durante un mínimo de tres o cuatro meses del próximo curso. El Baskonia, a través de su presidente, ha recalcado en más de una ocasión que su prioridad absoluta es que el equipo se traslade a la plaza de toros de la capital alavesa en lugar de verse obligados a llevar a cabo un exilio en otra ciudad.

Sin embargo, como el alcalde de Vitoria aseguró en rueda de prensa el pasado viernes, ni Josean Querejeta ni ningún otro representante de la entidad baskonista se han puesto en contacto con el Ayuntamiento -propietario de la plaza- para estudiar un traslado a un recinto que, y aquí está el principal escollo, necesita ser readaptado para poder acoger durante meses los partidos del Caja Laboral. Una adecuación -de presupuesto incierto y, a día de hoy, desconocido- que únicamente tendría sentido práctico si el cuadro baskonista se traslada allí durante su periodo de diáspora, aunque no podría llegar a acoger a la totalidad de los socios del club por problemas de aforo.

Y es que a la actual plaza de toros sería necesario añadir, entre otras muchas reformas, un sistema de calefacción del que ahora carece, así como vestuarios e iluminación -instalar una estructura de unos 3.500 luxes, mínimo exigido para no tener problemas de luminosidad, no es sencillo en un techo como el del coso vitoriano- que podría traducirse en un sobrecoste que, a día de hoy, ninguna de las tres partes, ni Baskonia ni Ayuntamiento ni Diputación, están dispuestos a sufragar. El Ejecutivo foral, por ser el recinto propiedad del Consistorio, y éste porque sostiene que el gabinete de Xabier Agirre guardó una partida específica -en torno a un millón de euros- en el presupuesto de reforma del Buesa para pagar los gastos de adaptar el que podría ser feudo azulgrana por unos meses.

En este sentido, el último movimiento de la Diputación pasaría por que Patxi Lazcoz haga uso de una parte -o la totalidad- de la subvención que ésta tiene reservada para el famoso proyecto Kronos -unos 800.000 euros, en principio- y la traslade a la adecuación de la plaza de toros para que el Caja Laboral se mude allí.

Por su parte, Josean Querejeta guarda silencio. De hecho, varias fuentes han mostrado su sorpresa ante algunas palabras del presidente baskonista, que desde hace meses asegura rotundamente desconocer el tiempo que el equipo vitoriano deberá jugar en otro pabellón. La realidad es que desde el pasado 10 de noviembre, Jesús Vázquez -gerente del Baskonia- y Avelino Fernández de Quincoces -hombre de confianza del máximo dirigente azulgrana- han mantenido al menos una reunión semanal con representantes del Servicio foral de Arquitectura para tratar todas las cuestiones relacionadas con el futuro Buesa Arena.