Vitoria. Mucho tiempo le ha costado al Baskonia encontrar su particular rumbo a lo largo de esta temporada y, sobre todo, durante unos últimos meses en los que ha encajado varias derrotas sonrojantes, impropias de un equipo del calibre del vitoriano, sobre todo por sus formas. Esa imagen tan poco habitual ofrecida por última vez hace apenas un par de semanas con la visita al Meridiano Alicante parece haber sido borrada ya del particular disco duro azulgrana y los dos últimos compromisos oficiales, saldados con victorias ante Unicaja y Panathinaikos, han dado paso a un equipo mucho más serio en todos sus apartados.

Busca el Caja Laboral refrendar esas buenas sensaciones y esa seriedad mostrada ante el conjunto malagueño y, sobre todo, ante el poderoso conjunto griego. Para ello, nada mejor que un examen de entidad en una de las canchas más complicadas de la Liga ACB. La visita al Centro Insular de Deportes, sede del Gran Canaria 2014, supone un doble reto. Por una parte, confirmar que el equipo sigue en la buena senda después del buen trabajo de los dos últimos partidos. Por otra, recargar aún más las baterías anímicas para afrontar la inminente Copa del Rey con unas buenas sensaciones que parecían olvidadas.

Ha sabido Dusko Ivanovic volver a cuadrar todas las piezas de su particular maquinaria a lo largo de las últimas dos semanas de entrenamientos. Poco a poco, el técnico montenegrino comienza a encontrar el equilibrio en la distribución de roles y minutos entre sus jugadores. La particular cuadratura del círculo llevada a cabo por el preparador baskonista ha dado como resultado un bloque más sólido, en el que destaca la mejoría en la aportación al colectivo de jugadores que hasta la fecha habían sido residuales y que ahora han ganado importancia en los sistemas.

A este incremento en el rendimiento individual de algunos jugadores en beneficio del colectivo se ha unido también una considerable mejoría en el apartado defensivo. Cada vez más, los sistemas atrás funcionan con la precisión de un reloj suizo y los rivales ya no encuentran el camino hacia la canasta expedito como anteriormente. Fue el enorme rendimiento defensivo el que condujo al Baskonia a su último éxito liguero y la apuesta parece ser la misma esta temporada.

equipo a la baja Mantener esa seriedad y ese buen trabajo defensivo serán dos aspectos fundamentales para un Caja Laboral que afronta uno de los desplazamientos más complicados de la temporada. El partido en Las Palmas no es duro solo por lo largo del viaje, sino que también hay que hacer frente a un oponente que basa casi toda su fuerza en su poderío en su pabellón. El apelativo de La Roca tiene aquí su sentido porque el conjunto de Pedro Martínez sigue esta campaña con la historia habitual de un equipo al que le cuesta mucho ganar a domicilio, pero al que también es muy complicado batir como local.

Los números son evidentes. Siete de las nueve victorias del cuadro insular han llegado en el Centro Insular de Deportes. Solo Meridiano Alicante y Barcelona, el último visitante, han salido victoriosos de La Roca. Eso sí, no atraviesa el equipo del exbaskonista Pedro Martínez su mejor momento. Tras conseguir con clasificarse para la Copa del Rey con un triunfo en Málaga, en sus dos últimos partidos no ha conseguido ganar y ha perdido esa octava posición, de la que ahora le separan dos victorias.

Su poderío se basa, una temporada más, en una pegajosa defensa ayudada por la presión de su público y en ataque depende mucho del acierto de Jaycee Carroll, el gran cañonero de esta Liga ACB.