Vitoria. El Baskonia intenta a marchas forzadas y sobre la marcha rectificar los errores de bulto cometidos el pasado verano a la hora de construir una plantilla equilibrada y de máximas garantías. El fichaje de Esteban Batista ha supuesto la primera piedra para satisfacer este propósito de enmienda, pero no será el único movimiento que materialice el club con el fin de que el equipo en manos de Dusko Ivanovic adquiera otras hechuras más sólidas. A corto-medio plazo se registrarán nuevos movimientos que incluso pueden provocar un cambio de rol para algún jugador dadas las restricciones existentes en la ACB que obligan a mirar con lupa el DNI del objeto de deseo en cuestión.

El montenegrino, como todos los estamentos de la entidad del Buesa Arena, suspira por la llegada de un segundo base puro que ponga fin de una vez por todas a la terrible soledad en la dirección de un Huertas cuyos dos recambios (Ribas y Logan) no aciertan a dar con la tecla para aportar la consistencia soñada. Dado que el mercado español y comunitario no ofrece excesivas gangas, todos los dedos apuntan hacia la vía estadounidense por ofrecer un abanico más amplio de posibilidades.

En función del status de ese futuro timonel que ingrese en el vestuario azulgrana, el rompecabezas quedará definido y el plantel a disposición de Ivanovic quedará completamente perfilado. A cambio de reforzar un puesto muy debilitado, como quedó patente el sábado ante el Unicaja, los rectores del Caja Laboral meditan incluso la posibilidad de sacrificar la figura de un interior y cambiar el rol de un Bjelica al que la contrastada categoría de San Emeterio cierra el paso en el puesto de alero. El balcánico puede ser reconvertido al puesto de cuatro, que en la actualidad presenta a Teletovic como único elemento.

En todas las combinaciones posibles, el gran perjudicado será Pape Sow. La continuidad del senegalés, de quien no se discute su profesionalidad, carece de mucho sentido con la presencia de dos pívots puros como Batista y Barac. Ivanovic ya ha simultaneado la presencia del uruguayo y del croata en los últimos partidos, aunque tampoco parece una opción que tenga continuidad durante muchos minutos al tratarse de dos jugadores pesados. La marcha del africano, quien no actuó ningún segundo en la reciente victoria ante los malagueños y cuyo vínculo temporal expira pocos días después de la finalización de la Copa del Rey, liberará una plaza de extracomunitario que podría ser destinada a un base.

Otra alternativa encima de la mesa que mantendría a Bjelica como sustituto natural de San Emeterio reside en fichar un ala-pívot seleccionable, aunque es prácticamente inviable porque no se contempla la opción de tener que pagar un traspaso. Además, durante el pasado Ivanovic ya ha manejado un juego interior integrado por tres piezas de contrastado nivel y una cuarta más de relleno -casos de Dani García, Gabi Fernández, Víctor Baldo o Vladimir Golubovic-. Con Teletovic, Batista y Barac a pleno rendimiento, se entiende que habrá garantías de éxito.