Vitoria. El próximo rival del Caja Laboral, el Blancos de Rueda, afrontará con menos urgencias el duelo que la matinal del próximo domingo disputarán ambos equipos en el Pabellón Pisuerga. El equipo de Porfi Fisac, sin duda la gran revelación del presente curso, ya no tendrá que jugarse ante el campeón de la ACB sus opciones de obtener un billete para disputar la próxima Copa del Rey. Los pucelanos sellaron ayer su clasificación merced al importante triunfo cosechado en la cancha del Fuenlabrada (73-77), un rival directo que ha acusado en gran medida la marcha de su principal figura, Esteban Batista, al conjunto de Dusko Ivanovic.
El equipo castellano, con un juego coral bien dirigido por el galo Dumas, dominó el choque de principio a fin, con parciales que invitaban a presagiar un final desahogado. Nada más lejos de la realidad. A falta de 11 segundos, y con 73 a 75 en el marcador, una posesión local cercenada tras señalarle los árbitros una más que dudosa falta en ataque al base letón Kristaps Valters, acabó por decantar la victoria del Valladolid y su consiguiente euforia.
También celebraron la victoria más de lo esperado los jugadores del Barça. El líder sufrió de lo lindo para deshacerse (83-75 al final) del correoso Meridiano Alicante de Txus Vidorreta y Martin Rancik, que volvió a ser uno de los jugadores más destacados del cuadro levantino. Un de nuevo enorme Alan Anderson (24 puntos) salvó al Barça de la mediocridad y evitó una sorpresa que habría acercado el liderato al Madrid de Messina, que hoy visita la cancha del Cajasol. Unicaja conserva sus opciones de entrar en la Copa tras su triunfo de ayer (69-73) en Granada, aunque su billete para Madrid está supeditado a que Fuenlabrada (ante el Madrid) o Bilbao Basket (frente al Cajasol) pierdan por un amplio marcador el próximo fin de semana. Los bilbaínos ganaron ayer (63-71) en la cancha del desahuciado Menorca, mientras que el CAI sumó un balón de oxígeno tras vencer (88-72) en su cancha al Lagun Aro.