vitoria. El de Brescia, que deja entrever su marcha del Khimki al final de esta temporada, no rehúye las críticas por el ostracismo al que sometió al alero del Baskonia durante el pasado Mundial de Turquía.

¿Está dispuesto Scariolo a echar raíces en Rusia?

Es mi último año de contrato y quiero terminar bien. Tenemos buenas posibilidades de competir a nivel doméstico, aunque en la Euroliga puede que no lleguemos a tiempo. Sería una pena, porque, como siempre sucede con mis equipos, con el tiempo tienden a mejorar. Personalmente, vivo lo que viven mis equipos. No miro mucho más allá. Con la norma de incompatibilidad de la selección y un equipo de ACB, en principio no tengo España como posible destino a partir del año que viene.

¿Le ha dejado muy tocado el Mundial? ¿Parece que ha sido el único culpable del fracaso?

No, no, no... Ha sido la reacción típica de un resultado malo, sin análisis y asociado con la búsqueda de un responsable. Luego, viene la reflexión más pausada de los que entienden más del baloncesto de hoy, no de hace 25 años. El distinto rendimiento de los jugadores se ha encargado de equilibrar las cosas. En ningún momento he escapado de la autocrítica y del reconocimiento de que pudimos hacer más, sobre todo en defensa. En ataque, el rendimiento fue muy alto, pero la defensa fue deficitaria y esto casi siempre es sinónimo de resultado decepcionante.

Entre los reproches del público figura el hecho de que no le dio bola a San Emeterio. ¿Algo que alegar?

A toro pasado, me arrepiento de lo poco que jugó. Pero a vista pasada. Las decisiones no se toman a vista pasada, sino en el momento (risas). Digamos que, detrás de Rudy Fernández, que estuvo a un nivel excelente, Fernando nos pudo ayudar un poco más. Asumo mi responsabilidad. Lo importante fue haberlo llamado por primera vez y de eso estoy orgulloso. Al final, yo fui el seleccionador que apostó por Fernando entre los doce pese a que había movimientos de opinión que empujaban hacia otra dirección. Él ha demostrado que se adapta perfectamente a disfrutar de un rol diferente en la selección y en su club. Personalmente, no sólo técnicamente, es un elemento que suma de manera importante. Entonces, se puede considerar que el del año pasado es un primer paso de una trayectoria más larga siempre que, evidentemente, confirme esta temporada las buenas sensaciones que una vez más estamos sacando de su rendimiento.

¿Le inquieta que todavía no le hayan ratificado en el cargo?

Eso es un error. En todas las entrevistas desde el final del Mundial, el presidente ha sido muy tajante y contundente. No hay ninguna necesidad de ratificación y, además, me lo han dicho correctamente. ¿Para qué tiene uno que ratificar algo que no es necesario? También existe un contrato firmado por ambas partes. En ningún momento he tenido dudas sobre mi continuidad, ya que así se me ha dicho pública y privadamente. Basta tirar de hemeroteca. Como no ha existido ningún debate, no hace falta ninguna ratificación. Ni la esperaba ni la espero. En todas las declaraciones del presidente, hallo la misma definición de la situación.