Destacar a algún integrante del Caja Laboral en la estrepitosa derrota de ayer en Sevilla es una tarea para osados. Ninguno de los diez jugadores que puso en liza Dusko Ivanovic hizo méritos para sacar un mísero aprobado, aunque dentro del paupérrimo rendimiento colectivo destacaron dos jugadores que metieron al equipo en la pelea en los primeros minutos del tercer cuarto.
Entre Mirza Teletovic y Fernando San Emeterio, más la puntual ayuda de Huertas, contribuyeron a reducir la tremenda hemorragia del descanso (51-33). Los triples del bosnio y las penetraciones del segundo, impulsadas por los pases del timonel brasileño, provocaron que la desventaja se redujese a sólo diez puntos (60-50). Esta pequeña reacción fue, a la postre, un simple espejismo, ya que el Cajasol puso rápidamente tierra de por medio y consiguió una cómoda victoria.
Los restantes jugadores visitantes no dieron una a derechas y se vieron superados en todos sus duelos individuales por un anfitrión sevillano que acudía al choque en horas bajas tras su espiral de derrotas en las últimas jornadas. El equipo alavés le ayudó a respirar.