vitoria. La Diputación Foral de Álava prefiere tomarse las cosas con calma y dar a conocer los datos justos en todo lo que respecta a la futura reforma del Buesa Arena. Ayer, Claudio Rodríguez se negó a comentar las palabras del representante de Ezker Batua en el Ayuntamiento, José Navas, que instó al Consistorio y al Ejecutivo foral a sellar un nuevo convenio que garantice la adecuación de la plaza de toros -propiedad del Ayuntamiento- para convertirla en un recinto multiusos que cumpla las necesidades del Baskonia cuando deba ausentarse del pabellón de Zurbano durante parte del tiempo -unos siete meses- que duren las obras de ampliación.
"No hay conversaciones al respecto. Las habrá en su momento. Ahora no tenemos una bola de cristal para encontrar soluciones", explicó el teniente de diputado general, que eludió una respuesta clara al ser cuestionado sobre si será la Diputación la que sufrague la totalidad del coste de adecuación de la plaza -en torno a 1,1 millones de euros, según primeras estimaciones-. "Esas cosas las aclararemos entre las instituciones", se limitó a apuntar al respecto. Desde el ente foral esperan iniciar el proceso de adjudicación de la obra el próximo 16 de noviembre o una semana después y, según explicaron ayer, confían disponer del plan definitivo "en enero o febrero".
Será entonces cuando se conocerá si la empresa adjudicataria es capaz de acortar los plazos previstos aunque, según aseguran los responsables del proyecto de reforma, este reajuste se limitará a quince días o, como mucho un mes. Mientras tanto, la carpa situada en la Plaza de la Provincia continuará abierta hasta el 15 de noviembre para que los vitorianos se acerquen a conocer el aspecto que lucirá el futuro Buesa Arena.