Vitoria. El Baskonia retoma esta noche el pulso a la Euroliga con uno de esos duelos donde no cabe otro desenlace que la victoria. Para dar otro paso hacia el Top 16 y seguir manteniendo intactas sus opciones de acabar primero la fase regular, sólo cabe el uno fijo ante un Zalgiris que, si bien inició la competición con el cartel de cenicienta del grupo A, en la actualidad ostenta el mismo balance que los alaveses.
Frente al clásico rival que se hace fuerte en su casa y baja numerosos enteros su rendimiento cuando le toca afrontar cualquier desplazamiento continental, la tropa de Ivanovic carece de margen de error. Dado que todavía debe acudir a canchas durísimas como las de Belgrado o Tel Aviv, salvaguardar la integridad del Buesa Arena se antoja básico para evitar agobios clasificatorios. Y este Zalgiris que busca reverdecer viejos laureles y acoge a una notable colección de jugadores lituanos no debe discutir la solvencia acreditada en muchos momentos de los últimos partidos.
El técnico montenegrino, además, tiene motivos para sonreír. Aunque su escaso tono físico tras cinco largas semanas en el dique seco juega en su contra, la recuperación de Haislip ya es una realidad. "El lunes se entrenó y mañana -por hoy- estará con el equipo. Le he visto con muchas ganas, pero le costará entrar, ya que le falta ritmo. Cuando coja la forma, significará mucho para el equipo. Para este partido, en cambio, no será importante", adelantó. El concurso de Rancik, aquejado de una lumbalgia, es más dudoso.
En su línea de máximo respeto hacia el oponente, Ivanovic recordó la condición de "ex campeón de Europa" del Zalgiris. "Quiere estar donde estaba antes. Juega de una manera que le permite ganar a cualquiera si tiene el día. Dispone de jugadores lituanos desconocidos que son completos, buenos tiradores, penetradores y con carácter. Es un equipo grande", ensalzó el balcánico. El cuadro báltico, a su juicio, "quiere jugar rápido, en transición y con una fuerte presión en todo el campo", algo que le convierte en un enemigo a tener en cuenta pese a la baja de Marcus Brown. "Espero que no haya exceso de confianza", avisó.
Tras reiterar que el primer objetivo azulgrana sigue siendo "acceder al Top 16" y enfatizar la importancia de ganar todos los duelos en el Buesa Arena, Ivanovic abordó los sorprendentes resultados que se están produciendo en otros grupos. "No hay nada extraño. Aquí no juegan los nombres, sino los hombres. Todo el mundo puede ganar a cualquiera. Sólo tienes que creer en ti mismo y luchar", detalló en alusión al inesperado liderato del Olimpia o el Fenerbahce y la momentánea caída en picado del CSKA.