Vitoria. La enfermería baskonista se encuentra a punto de vaciarse del todo. Sus dos inquilinos de las últimas semanas, Martin Rancik y, sobre todo, Marcus Haislip, albergan esperanzas de reaparecer mañana ante el Zalgiris y, por tanto, permitir a Dusko Ivanovic disponer de su arsenal al completo en un compromiso crucial para el futuro del Caja Laboral en la primera fase de la Euroliga.

El cuatro estadounidense, que cumplirá en breve su quinta semana en el dique seco tras sufrir una rotura fibrilar a primeros del pasado mes de octubre, se entrenó ayer por primera vez con el grupo en la sesión vespertina celebrada en el Buesa Arena. Un síntoma que invita a la esperanza dado que, hasta la fecha, había realizado por su cuenta y en solitario ejercicios de fisioterapia y un tratamiento conservador.

Pese a este indiscutible paso adelante en su recuperación, ningún estamento azulgrana quiere correr riesgos con su estado y adelantar prematuramente la vuelta a las canchas de juego. Si bien el músculo ha cicatrizado perfectamente gracias a las inyecciones de plasma sanguíneo, el mayor enemigo de Haislip en la actualidad reside en su falta de ritmo. Algo que, en su caso, es más visible ante la explosividad física y la capacidad atlética que abandera todas sus acciones.

Tras más de un mes parado, el regreso del versátil poste norteamericano se producirá de manera escalonada. De momento, está en el aire tanto la posibilidad de que se siente mañana en el banquillo ante los bálticos como de que pueda participar algún minuto en un partido fundamental que no permitirá ninguna concesión dada la igualdad de victorias entre unos y otros.

Quien sí se mostró más "optimista" respecto a su presencia en la cuarta jornada de la Euroliga fue Martin Rancik. El eslovaco, que se ha perdido los dos últimos choques ligueros ante el Fuenlabrada y el Power Valencia debido a una lumbalgia, trabaja a contrarreloj para reducir la inflamación de su espalda y que el intenso trabajo de recuperación al que está siendo sometido termine dando sus frutos. Si ambos no se recuperan finalmente, Ivanovic sólo podrá recurrir a Barac, Teletovic, Musli y, en caso de extrema urgencia, Bjelica como únicas rotaciones interiores.