vitoria. Once días después del arranque de la pretemporada, el Caja Laboral continúa trabajando en la búsqueda de un jugador español de garantías para cubrir la cuarta ficha destinada a los obligatorios cupos. En un mercado en el que los nacionales de calidad brillan por su ausencia, la entidad vitoriana mostró hace tiempo su interés en el fichaje de Pablo Aguilar, aunque la continuidad de Lior Eliyahu en la plantilla azulgrana ha ejercido de muro de contención para la posible llegada del ala-pívot andaluz, como él mismo y su representante reconocieron.

Pero Aguilar no era el único jugador estatal que estaba en la agenda del Baskonia. Ahora que el aún jugador del Real Madrid está a un paso de oficializar su cesión al CAI Zaragoza al no llegar a buen término las negociaciones para su aterrizaje en Vitoria, el club azulgrana centra sus esfuerzos en el fichaje de Carlos Cabezas.

El pasado 17 de agosto, el propio base malagueño negó en conversación telefónica que el Caja Laboral se hubiera interesado por sus servicios. Sin embargo, según pudo confirmar ayer este periódico, la situación ha cambiado. Aunque el Baskonia aún no ha presentado una oferta en firme al jugador, éste ya conoce de primera mano el interés del equipo alavés por contar con él como refuerzo para el timón de la nave baskonista. De hecho, la operación podría vivir su pistoletazo de salida en los próximos días, pues la llegada de Carlos Cabezas al Baskonia cuenta con un viejo conocido como impedimento. Al igual que ocurrió el pasado verano con Walter Herrmann, el Unicaja de Málaga estaría en disposición de ejercer el derecho de tanteo sobre el ex jugador del Khimki ruso -su inminente rescisión le deparará un buen pellizco económico- en un plazo de diez días.

Sin embargo, la entidad de Los Guindos no parece en disposición de atraer hacia el Martín Carpena a su antiguo pupilo. Con la plantilla ya cerrada y Terrell McIntyre como nueva estrella malagueña, Aíto García Reneses tiene bien cubierta la posición de uno con el uruguayo Panchi Barrera y el prometedor timonel hispano-brasileño Rafa Freire. Como mucho, el Unicaja podría estirar el fichaje de Cabezas durante los diez días de los que dispone para hacer efectivo el tanteo.

regreso a la acb Así las cosas, y tras abandonar definitivamente la aventura moscovita que emprendió de la mano de Raúl López y Sergio Scariolo, Carlos Cabezas retornaría a la ACB para compartir posición en el Caja Laboral con Marcelinho Huertas pero, sobre todo, para completar una plantilla lastrada por la falta de un cuarto jugador español de garantías. Tras la marcha de Tiago Splitter a los San Antonio Spurs, el equipo sólo cuenta en estos momentos con tres cupos -Fernando San Emeterio, Pau Ribas y Brad Oleson-. El deseo de Ivanovic, como él mismo se encargó de subrayar, era escudriñar el mercado en busca de uno de los escasos jugadores nacionales solventes para cubrir esa última y obligatoria ficha. "El problema es que no podemos elegir la posición a reforzar porque no hay muchos españoles de calidad en el mercado", explicó el técnico balcánico el pasado 13 de agosto en el arranque de la pretemporada.

Si nada se tuerce, el entrenador baskonista podrá respirar tranquilo, evitando además ocupar ese cuarto cupo con un hombre destinado únicamente a echar una mano en los entrenamientos para poder cumplir con las leyes de la ACB. A sus 30 años, y aunque su paso por el Khimki ha estado marcado por más sombras que luces, Cabezas sería un refuerzo contrastado para una posición que la pasada campaña tuvo a Sean Singletary y Milt Palacio como improvisados parches.

En principio, y a falta de despejar el dilema sobre la salida de Lior Eliyahu -con Cabezas se allanaría también la búsqueda de un posible sustituto para el israelí, al tener ya cubiertos los cupos- el Baskonia contaría con Huertas y el base malagueño como bases puros, con David Logan y Pau Ribas como refuerzos para el timón en caso de necesidad.