vitoria. Los años pares son sinónimo de éxitos en el Baskonia. Buena prueba de ello es lo sucedido en la historia reciente. Y es que no hay más que comprobar que las dos ligas que posee en su palmarés el cuadro gasteiztarra se lograron en año par, la primera la de 2002 con Dusko Ivanovic en el banquillo y la segunda en 2008, con Neven Spahija al frente de la nave azulgrana.

Además, también hay que destacar que tres de sus últimas cuatro Copas del Rey llegaron en años pares, la de Vitoria 2002, Sevilla 2004 y Madrid 2006. La de 2008, de nuevo en la capital alavesa, se escapó tras caer los de Spahija en la final ante el Joventut de Rudy Fernández y Ricky Rubio. El único tropiezo relevante de un año par.

Al menos, la entidad gasteiztarra pudo sacarse la espina al año siguiente en Madrid 2009, al levantar de nuevo el torneo del KO, de la mano de Dusko Ivanovic. El entonces TAU Cerámica derrotó en una apasionante prórroga al Unicaja de Málaga.

Otro dato que revela la buena sintonía del Caja Laboral con los años pares es el triunfo baskonista en la Recopa de 1996. El entonces Taugrés estrenó su palmarés continental tras derrotar en la capital alavesa al PAOK. Queda claro que al Baskonia le van los años pares y éste lo es.

Desde luego, los principales disgustos han llegado cuando el calendario marcaba un dígito impar. Ahí está la dolorosa derrota sufrida en la final de Liga ante el Real Madrid el curso 2004-05 y el título que se escapó el pasado ejercicio, 2008-09, frente al Barça pese a tener el factor cancha a favor tras terminar primeros la fase regular.