vitoria. Volvía a la que fue su casa por segunda vez, tras ser recibido con todos los honores la pasada temporada. Ayer, el público del Buesa Arena demostró que no ha olvidado a Neven Spahija, y así se lo hizo notar con una gran ovación cuando el entrenador croata pisó el parqué del pabellón vitoriano antes de que comenzara el partido.
Durante buena parte del encuentro estuvo a punto de lograr una gesta que hasta ahora muy pocos han conseguido, pero finalmente fueron los errores cometidos por sus jugadores los que condenaron al Power Electronics Valencia. Algo que no gustó nada al técnico del cuadro levantino. "Este partido no termina aquí, lo hará mañana (por hoy) cuando nos reunamos en el vestuario", advirtió un Spahija visiblemente enfadado y más parco en palabras de lo habitual.
Eso sí, antes de lamentar los numerosos errores que echaron por tierra el gran trabajo del cuadro levantino en los tres primeros cuartos, el antiguo preparador del Baskonia quiso felicitar a su ex equipo por un triunfo que considetó merecido a pesar de todo. "Ellos han sido mejor equipo. Sobre todo, sus jugadores han sido más listos", reconoció antes de cargar contra sus pupilos, aunque sin personalizar en nadie. "La culpa es mía. Ésta es mi derrota y me siento responsable por haber sacado a jugar a gente que no me ha dado lo que yo esperaba", apuntó un Spahija a quien el buen partido realizado por su equipo no le sirvió como consuelo para la derrota.
"Estoy aquí para ganar partidos, no para irme dos puntos abajo de una cancha en la que es tan difícil ganar. A ellos les diré los errores que han cometido de puertas para dentro, pero aquí, frente a vosotros, estoy obligado a decir que la culpa es mía", ironizó el preparador taronja, que no paró de saludar y sacarse fotos con varios aficionados desde que pisó la que fue su casa durante una temporada, rivalizando con el propio Dusko Ivanovic en lo que a cariño del público azulgrana se refiere.