“He ganado en experiencia y seguridad en mí misma para hacer frente a diferentes situaciones”
La entrenadora de Amurrio no desconecta ni un segundo del baloncesto, ni siquiera en el periodo estival. Por un lado, es la encargada de confeccionar la nueva plantilla del Araski y, por otro, buscará en breve un metal en los Juegos con España
La entrenadora del Araski, Madelén Urieta, volverá a vivir en París la inolvidable experiencia de unos Juegos Olímpicos al formar parte del staff técnico de la selección española de baloncesto, en esta ocasión capitaneado por Miguel Méndez.
La alavesa, de 42 años, ya pudo formar parte de la expedición hasta Tokio en 2021, pero aquella fue una edición marcada por las férreas restricciones derivadas del coronavirus, y ahora espera poder disfrutar en toda su plenitud el gran ambiente que rodea al glamuroso evento deportivo de la capital gala.
Madelén Urieta Gutiérrez; luchadora, ambiciosa y deportista
Puesta a soñar con algo grande, no renuncia a una medalla con un plantel que acumula infinidad de éxitos en los últimos años. Cabe recordar que Madelén obtuvo el billete para los Juegos en el Preolímpico que tuvo lugar en febrero en Sopron (Hungría) en dura pugna con el anfitrión húngaro, Japón y la Canadá de Sami Hill, una de sus jugadoras en el Araski.
Estos serán sus segundos Juegos Olímpicos, ¿cómo están sus nervios, iguales o superiores a los primeros que vivió en tierras asiáticas?
–Siempre existe ese cosquilleo previo, pero estos Juegos serán totalmente diferentes a los primeros que viví, ya que los de Tokio se hicieron en 2021 a causa del coronavirus, pero estuvo lleno de restricciones e incomodidades. De hecho, fue todo muy frío ya que no podíamos salir de la villa y todos los partidos fueron sin público, lo que restó atractivo a la competición. Al final, es el acontecimiento deportivo por excelencia y es un lujo poder estar ahí y poder disfrutarlo en todo su esplendor.
En ese sentido, esta edición con aficionados en las gradas cambiará todo y, al margen de lo deportivo, se podrá disfrutar del gran ambiente.
–Sí, sin duda. Aunque cada uno va a lo que va, no puede descuidarse y hay que estar centrado en lo que te toca, pero es muy bonito poder compartir momentos con el resto de deportistas o ver otros partidos de otra modalidades. Son momentos muy especiales de vivir, y es increíble estar en un ambiente deportivo tan sano y con los mejores deportistas de todo el mundo y de diferentes especialidades.
En los anteriores Juegos realizó un viaje largo hasta Tokio y ahora toca ir a París, que como suele decirse popularmente “está aquí al lado”. ¿Es un cambio que hace que sea totalmente diferente?
–La verdad es que uno de los momentos que mejor guardo es cuando cogí ese chárter a Tokio con todos los deportistas. No en vano, fue un avión plagado de ilusión. Viajamos con grandes deportistas que volvieron con sus medallas y ese desplazamiento resultó muy especial por muchas razones. Además, a la ida tuvimos la oportunidad de ver diferentes dinámicas, como las de rítmica, que al ser un vuelo de tantas horas cada cierto tiempo tenían que levantarse y hacer movilidad y estiramientos. Por otro lado, también me llamó la atención las rutinas alimenticias de los culturistas. Este año sí que es diferente en ese sentido, ya que es un viaje más corto, pero a la vez hace que puedan acercarse las familias y poder compartir esos momentos con ellos.
“Es el acontecimiento por excelencia y es un lujo poder disfrutarlo en todo su esplendor”
A nivel personal, ¿qué experiencia le aportaron los anteriores Juegos Olímpicos que pueda aplicar en París?
–No tengo experiencia todavía como para saber si unos ayudan a otros, pero voy a disfrutar cada segundo con la misma ilusión o más que en los primeros. Haber vivido ya unos Juegos Olímpicos hace que no te pierdas ciertas cosas, porque muchas veces estás en esa nube de acontecimientos, y ahora igual estoy más tranquila para disfrutar de todo un poco más.
Hablando de esa nube, ¿se ha parado a pensar tranquilamente de si es realmente consciente de todo lo que está viviendo en los últimos años tanto en el Araski como en la selección?
–Es increíble. Siempre he dicho y diré que estoy siendo muy afortunada de vivir todo lo que estoy viviendo de la mano de la selección absoluta, de entrenar a un equipo de élite como el Araski y de que mi trabajo sea mi pasión. Me siento muy afortunada y lo que hago es disfrutarlo, vivirlo y prepararme para todo lo que pueda venir y poder dar mi mejor versión. Sin duda, hay muchas veces que no soy consciente de la suerte que estoy teniendo y de la importancia que tiene todo lo que estoy haciendo. Vivir unos Juegos Olímpicos es el sueño que nunca me había atrevido a imaginar porque pensaba que era inalcanzable.
En lo que se refiere al baloncesto, ¿cuál es el objetivo que tienen en mente a nivel colectivo?
–Una de las características que siempre ha identificado a la selección española es su ambición y su competitividad. Creo que pese a no ser favoritas en muchos momentos han conseguido medallas y éxitos. Está claro que ahora hay un cambio generacional y que hay lesiones importantes, pero se llega a París con la misma ambición. Tenemos un seleccionador como es Miguel Méndez que es el primero que nos trasmite esa ambición desde la humildad, y nosotras vamos a ir a por todo. El primer partido es contra China, que es uno de los favoritos para conseguir medalla e intentaremos darlo todo para conseguir la victoria y a partir de ahí, que la competición nos ponga donde merezcamos. Eso sí, ojalá podamos llegar a París, ya que la primera fase se juega en Lille, y ya es en la segunda cuando se viaja a la capital.
Sea sincera, ¿cuántas veces ha soñado con una medalla?
–Sabemos que es un objetivo muy complicado, pero creemos mucho en las jugadoras y en el trabajo que hacen en el día a día. Se están preparando de una forma extraordinaria para llegar en las mejores condiciones, y ojalá todo eso metido en una coctelera nos de una medalla.
“La medalla es un objetivo muy complicado, pero creemos mucho en las jugadoras y en su labor diaria”
En los Juegos Olímpicos siempre nace el debate de si los familiares o las parejas deben estar con los competidores. En su caso, ¿considera que es mejor tener a los seres queridos cerca?
–La felicidad y la tranquilidad de las jugadoras es algo fundamental. Los deportistas son muy profesionales y tienen unos hábitos de diez, y que estén las familias cerca solo puede sumar, ya que así sienten su apoyo y motivación.
¿La experiencia con la selección le ayuda en su preparación con el Araski?
–Siempre es importante estar bajo los mandos de alguien con experiencia,para que así pueda aportar luego las ideas que estoy aprendiendo aquí. Además, tener a las mejores jugadoras cerca y poder trabajar con ellas en el día a día ayuda a tener una versión del tipo de profesionales que son.
¿A día de hoy cómo valora el proyecto del Kutxabank Araski?
–Estoy muy contenta con las renovaciones que tenemos y con la base sólida que hemos creado con el proyecto del año pasado, que era uno de los objetivos. Teníamos claro por dónde queríamos ir y estamos muy contentas con lo que estamos consiguiendo.
“Es increíble estar en un ambiente deportivo tan sano y con los mejores deportistas del mundo”
Si echa la mirada hacia atrás, ocho temporadas en la élite y sus segundos Juegos Olímpicos. ¿En qué ha cambiado Made Urieta desde entonces?
–Por suerte, he cambiado en muchas cosas, que es una de la claves para que un entrenador crezca. Creo que he ganado en experiencia, en seguridad en mí misma y tablas para hacer frente a diferentes situaciones. Cada año damos un pasito como club y somos un poco mejores, siempre desde la solidez y con los pies en el suelo. Estoy creciendo mucho de la mano de Araski y creo que yo también estoy aportando mucho, no solo como entrenadora de la selección femenina, sino que también con las vivencias de estar con gente tan experimentada.