VITORIA. La festividad en honor a nuestro patrón engloba muchos elementos que se han ido incorporando a lo largo de la historia hasta ser parte intrínseca de la misma. La Retreta, la Tamborrada, las Sociedades Gastronómicas y el Zortziko Álava son algunos de los más representativos. Por ello, hemos querido aprovechar estas líneas para repasar su significado y el papel que desempeñan. Por separado, cada uno de ellos conserva su historia, algunos rasgos característicos de su pasado y otros nuevos, fruto de su evolución en el tiempo. No todos gustan por igual, ni reúnen al mismo tipo de público, pero lo que está claro es que sin ellos San Prudencio no sería lo mismo. Es precisamente esa diversidad que los caracteriza lo que los hace imprescindibles. Juntos se complementan e imprimen personalidad a una fiesta alavesa de principio a fin. Asimismo, no olvidamos el pregón, la misa, el aurresku de honor o la tamborrada infantil. Porque sin ellos, tampoco sería lo mismo.

LA RETRETA Tras el toque de la Retreta, primero en la balconada del Ayuntamiento y una hora después desde el Palacio Foral, dan comienzo los festejos en honor a San Prudencio. Se trata de una melodía, cuya procedencia no está del todo clara. Hay quien dice que posee raíces francesas mientras que otros creen que data del siglo XIX. Lo cierto es que fue redactada por el escritor y periodista Venancio del Val. Según los expertos, simboliza los toques de queda propios de las ciudades amuralladas, como era el caso de la capital alavesa. También existe la teoría de que era una llamada a la fiesta que realizaban las tropas recorriendo las calles. Uno de los cambios que este acto ha experimentado en los últimos años tiene que ver con su duración, pasando de hora y media a aproximadamente 50 minutos.

LA TAMBORRADA VITORIANA La primera edición de la Tamborrada vitoriana tiene lugar en el año 1975. Surgió de una idea de la sociedad Ametza y logró reunir a alrededor de diez sociedades. Desde entonces se ha celebrado todos los años, a excepción de1976 como consecuencia de los sucesos del 3 de marzo. Dos han sido los acontecimientos más destacados de estas décadas: la creación de la Tamborrada infantil, en 1979, y la incorporación de la mujer, en el 2000. La primera ha tenido un destacado éxito y en la actualidad suele reunir a alrededor de 150 niños. La participación de la mujer en un acto tradicionalmente de hombres aumenta cada año, lo que demuestra que la gran mayoría de las sociedades alavesas han valorado de una forma muy positiva este cambio.

LAS SOCIEDADES GASTRONÓMICAS Según Rafael Aguirre, autor del libro Las Sociedades Populares, las primeras sociedades en Álava surgen hacia 1960, a imagen y semejanza de las donostiarras. En algunos casos, son creadas por trabajadores de empresas guipuzcoanas en expansión instaladas en la Llanada Alavesa. Una de las características propias es su estrecha relación con las cuadrillas de blusas. El 27 de abril, con la tradicional tamborrada de San Prudencio, es una de las fechas destacadas de su calendario, y aunque no todos sus miembros participan activamente en este acto, la cena que ese día se prepara en la sociedad es sagrada. En el menú no faltan los caracoles y perretxikos. A lo largo del año las sociedades participan en numerosas iniciativas gastronómicas, deportivas, etc.

EL ZORTZIKO Aunque se conoce como el Zortziko de San Prudencio, su autor, José Fresco, lo tituló Álava. Tiene el ritmo propio del aire vasco que lleva su nombre. A lo largo de su existencia ha sido aceptado para baile y se ha divulgado mucho. Su letra tiene unas cuantas variantes, según la han retenido o recordado quienes las han podido facilitar en distintas ocasiones. Según escribió el periodista Venancio del Val, "no es cierto -como se ha dicho en alguna ocasión- que el zortziko fuera compuesto a comienzos del siglo actual, cuando ya lo vemos en 1897. Más verosímil es que Serafín Cuadra lo compusiera y que posteriormente lo armonizara y completara José Fresco". La interpretación de esta melodía tiene lugar cada 28 abril a las 9.00horas de la mañana desde 1935. Los encargados de entonar las notas de esta tradicional pieza son los miembros de la Banda de Txistularis y Trompeteros de la Diputación.

Este artículo fue publicado el 25 de abril de 2008.