El Ayuntamiento de Vitoria licitará en semanas, cuando pasen las fechas festivas de Semana Santa y San Prudencio, el local hostelero del parque de Judimendi de propiedad municipal y ahora cerrado. En una siguiente fase hará lo mismo con las cafeterías del centro de interpretación de la naturaleza de Salburua, Ataria y una de las dos de La Florida, la más próxima a la biblioteca, ya que la gestión de la otra, la más cercana a la catedral, ya está en fase de contratación.

Así lo ha adelantado el concejal de Hacienda, Iñaki Gurtubai, en respuesta a una pregunta del PP. Subraya el edil que el objetivo es que la gestión de todos estos locales hosteleros pueda resultar interesante como negocio, más que obtener una gran rentabilidad económica para el Ayuntamiento, aunque al ser bienes públicos, hay que establecer un canon.

Las dos cafeterías del parque de La Florida están cerradas desde septiembre de 2020, la de Judimendi desde noviembre de 2021. Hasta ahora, el Ayuntamiento ha sacado a licitación la concesión de la cafetería- restaurante de La Florida, la más próxima a la calle de la catedral. "Esperamos que se presenten ofertas", indica Gurtubai. "Nos encantaría que pudiese abrir para verano, más importante es que se trata de un negocio a diez años vista, que va a estar en funcionamiento durante una década", destaca el concejal de Hacienda.

Celeridad

El PP, en cambio, considera que el gabinete Urtaran ha tenido durante tiempo estos proyectos en el cajón, dejando pasar el tiempo cuando ya sabía con antelación que se iban a cerrar. "Pedimos celeridad porque en Vitoria no es lo mismo abrir un negocio en verano, en temporada alta, que en invierno, que es temporada baja, más después de haber tenido que realizar una fuerte inversión", sostiene la edil Leticia Comerón. "No puede ser que este patrimonio municipal esté parado".

En cuanto a la segunda de las cafeterías de La Florida, la que todavía no ha salido a licitación, explica Gurtubai que, debido a los problemas de accesibilidad de los baños, el Ayuntamiento sólo tiene dos alternativas: o exigir una inversión muy grande a quien se haga cargo del negocio o buscar una solución para que los servicios cumplan la normativa de accesibilidad, que es en la opción en la que trabaja el consistorio. "Si se consigue, podrá licitarse", señala.