Más empatía, más tiempo y más dinero, en forma de ayudas directas, son las tres cosas que ha pedido este lunes en Juntas Generales la Federación de comercios, servicios y hostelería de Álava (Arabadendak), que representa a 861 establecimientos en el territorio. En concreto, durante su comparecencia ha solicitado una moratoria de uno a cinco años a la hora de implantar el TicketBAI, el nuevo sistema que el Gobierno Vasco y las tres diputaciones forales planean poner en marcha en comercios, bares y otros negocios para luchar contra el fraude fiscal, y teniendo en cuenta que Álava será el primer territorio de Euskadi en ponerlo en marcha.

Preocupación entre los comerciantes

No en vano, como han denunciado durante su intervención la gerente de Arabadendak, Emi Sánchez, acompañada de Rubén Samperio, técnico de la misma, las preguntas “¿Qué es lo que tengo que hacer? y ¿cuánto me va a costar?” son las que les “repiten continuamente” sus miembros asociados “y es la información que no han tenido”.

De hecho, según una encuesta que han realizado tras las 250 respuestas obtenidas de sus 861 miembros, el 95,3% solicita un aplazamiento del nuevo sistema de facturación. “No es el momento porque la facturación está en mínimos históricos. Salimos de la sexta ola y el volumen de negocio en el Estado ha descendido un 51,4%”. Además, un 60,3% afirma que no conoce a proveedores para desarrollar este sistema.

Ayudas "insuficientes"

Al respecto de los 200.000 euros que el pasado viernes anunció la Diputación Foral de Álava para ayudar al comercio minorista a implantar el TicketBAI, con la que se pretende financiar el 50% del coste de adquisición y renovación del software necesario con una cuantía máxima de ayuda por beneficiario de 1.000 euros, han tildado las mismas de “insuficientes”. “El 54,4% no está preparado para realizar esta inversión con fondos propios y la media de inversión que estimamos que se necesita es de 500 a 1.500 euros”, ha detallado Sánchez, quien ha recordado que el 94% de las empresas profesionales son “pequeñas”, con un máximo de nueve empleados.

En una de las diapositivas que han presentado han alegado que esos 200.000 euros son claramente “insuficientes” porque si hacen la división entre los 4.733 establecimientos alaveses que tocarían a repartir saldrían a 42 euros por negocio. “Son ayudas que si hacemos la división, llegan a lo que llegan. Esos 200.000 euros más los 150.000 euros que vendrán a posteriori seguimos diciendo que son escasos”, ha censurado Samperio.

Arabadendak también considera que como las deducciones que se ofrecen, llegarían 18 meses después, “las ayudas tienen que ser directas”.

Que no sea una carrera de fondo

Especialmente, como han subrayado, “cuando este sistema nuevo de facturación va a ser útil, fundamentalmente, para la Administración porque no sirve para muchos: solo si hay bajo volumen de ventas al día, no disminuye los costes de asesoría y no mejora el conocimiento del comercio sobre su negocio (no aporta control de stock, de almacén...). La realidad es que solo sirve para evitar sanciones. Por ello, pedimos que sean quienes asuman los costes de su implantación ordenada. Y en todo caso, no es justo que diseñen subvenciones concedidas por orden de llegada, porque de nuevo aumentan la brecha digital. No convirtamos esto en una carrera de fondo”, han solicitado.