Como una parte más de su compromiso contra el despilfarro alimenticio, durante el pasado año 2021, la cooperativa Paturpat donó 99.399 kilos de patatas de quinta gama al Banco de Alimentos de Araba, una cantidad que en el mercado hubiera ascendido a 98.405 euros.

No es la primera vez que Paturpat colabora con el Banco de Alimentos. De hecho, ya en 2020, con el inicio de la pandemia, donó más de 55.000 kilogramos a diversas asociaciones solidarias y, manteniendo este compromiso solidario, a lo largo de este 2022 seguirá cooperando con esta causa.

Explica la cooperativa que con la llegada de la pandemia desde el Banco de Alimentos de Álava observaron como el número de familias necesitadas en el territorio aumentaba considerablemente, por lo que recibieron estas donaciones de patatas con una gran ilusión por lo que suponía de ayuda a familias necesitadas.

"La patata es un alimento básico que contiene numerosas vitaminas y que aporta mucha energía, por lo que no debería faltar en nuestra dieta diaria", contaba Daniel Fernández Conde, presidente del Banco de Alimentos de Araba.

Para tratar de saber de qué manera se podía aumentar la ayuda, la pasada semana Koldo López de Robles, gerente de la cooperativa, se acercó hasta las instalaciones de la entidad con la intención de conocer un poco más de cerca este proyecto solidario.

"Cada vez que Paturpat o alguna otra empresa del sector tiene un excedente de producto que sigue siendo comestible, pero que por diversos motivos no se puede comercializar, nos llaman para que vayamos a recogerlo. Y una vez que está en nuestro almacén de Jundiz lo clasificamos para luego poder entregarlo gratuitamente a diversos colectivos de ayuda a personas y familias necesitadas", explicaba Fernández Conde.

Esta ayuda a los más desfavorecidos no entiende de territorios y a pesar de que su ámbito de actuación se enmarca principalmente en la provincia, el Banco de Alimentos interactúa continuamente con los bancos de Gipuzkoa y Bizkaia, así como con el de Burgos, Navarra, La Rioja o Cantabria intercambiándose los alimentos que tienen en exceso.

"Cuando uno de nosotros recibe una gran donación de algún producto que perecerá en breve, antes de desecharlo o rechazarlo, lo recogemos y lo repartimos entre los otros Bancos que tienen escasez de ese alimento", añaden desde el Banco de Alimentos.

Desde 1998

Esta institución comenzó su andadura en el año 1998 con el principal objetivo de evitar el despilfarro de alimentos que pueden ser aprovechados por familias necesitadas. En la actualidad, cuenta con 58 personas voluntarias y muy cualificadas que trabajan en diferentes turnos recogiendo y gestionando las donaciones, que principalmente reparten entre 15 asociaciones de consumo y unos 40 grupos de reparto, evitando así que, al año, cerca de 2 millones de kilos de alimentos que son aptos para el consumo acaben en el vertedero.

Paturpat, y el grupo Udapa en general, lleva casi dos años trabajando activamente dentro de la Alianza Alavesa por el Desarrollo Sostenible para garantizar un consumo y producción responsables. Por ello, recientemente Udapa se sumaba a la difusión de la campaña La comida no se tira que ha puesto en marcha la Fundación Elika, con el fin de sensibilizar a su plantilla y al público en general contra el despilfarro alimentario.

Se estima que en la Unión Europea al año se desperdicia el 20% de los alimentos producidos; esto es 89 millones de toneladas de alimentos, o lo que es lo mismo, 179 kilogramos por persona.