- El objeto social del centro especial de empleo para la inclusión de las personas con enfermedad mental RAEP es insertar a personas con enfermedades mentales en el mercado laboral o, si no se puede, ocuparlas. “Por eso tenemos actividades de formación y de servicio ocupacional”, afirma Endika Minguela, responsable de empleo y gerente de Asafes, quien explica a este diario, cómo funciona este centro y qué tipo de apoyos presta.

¿Qué es RAEP?

-Es un centro especial de empleo de Asafes sin ánimo de lucro. El dinero que podemos obtener de los trabajos que hacemos se reinvierte en compra de nuevas herramientas y en personal para que se encuentren apoyados.

¿Cómo funciona RAEP?

-Aquí tenemos un servicio ocupacional, actividades de formación (que sería el paso previo para entrar a RAEP). Luego está el centro especial de empleo donde la gente tiene un contrato en algunas de nuestras cuatro actividades principales, que son limpieza, jardinería, atención al público y servicios de manipulación industrial. Después los mejores trabajadores de RAEP pasarían al programa PILA, que es una inserción en empresas ordinarias. El año que viene nos gustaría poder contar con la colaboración de Lanbide para que nuestra gente pueda sacar algún certificado de profesionalidad en limpieza o diferentes cosas, como en logística y almacén.

¿Cuántos trabajadores conforman la plantilla?

-En los momentos de verano, que es cuando más trabajo tenemos, están unas cien personas con enfermedad mental en RAEP. A final de año, estamos en un momento un poco más bajo y trabajan unas setenta personas. Nosotros recibimos los expedientes desde los centros de salud mental; es decir, no vamos a la calle a buscarlos, ellos nos envían nuestros candidatos. Nos dicen que tienen un seguimiento, que tienen adherencia al tratamiento y que están más o menos controlados. En esa derivación de origen se está llevando en torno a un 70% hombres y 30% mujeres en el centro especial de empleo.

¿Qué tipo de perfiles profesionales tienen en cuenta a la hora de contratar a alguien para los programas de empleo?

-Las actividades que hacemos suelen ser bastante sencillas, lo único que exigimos es que tengan una enfermedad mental. Luego somos nosotros en los que los procesos de formación del servicio ocupacional o en los primeros meses del centro especial de empleo les vamos desarrollando a nivel laboral. Tenemos de todo, desde licenciados a gente que tiene FP. Nuestro trabajo es intentar emplearlos a todos. El que tiene una titulación previa, normalmente, si está bien y estable, tendrá un periodo de inserción para el empleo más rápido y puede dar un salto antes a la empresa ordinaria que el resto.

¿Con cuántas empresas se han mantenido el contacto esté 2020?

-Nosotros visitamos en torno a cien empresas al año, siempre buscando oportunidades laborales. Si no hay una oportunidad laboral, nuestro trabajo es sensibilizar a las empresas para que conozcan la enfermedad mental. Actualmente el centro especial de empleo trabaja con unas cuarenta empresas de forma estable durante todo el año, entre ellas DHL, FCC, Enviser, Coviran, Simply o Eroski. En empresas ordinarias, que tiene que ver con el programa PILA, tenemos unas 25 personas contratadas directamente.¿Qué hacen dentro del taller propio que tienen en RAEP?

-Es un trabajo variado, hay piezas de automoción, de diferentes montajes de plástico o manipulación de cajas de cartón donde se mete el producto del cliente. Las empresas principales fabrican su producto, desde muelles hasta piezas de plástico, y nosotros somos los que ensamblamos, embalamos y terminamos de montar. Nosotros no producimos nada porque no tenemos máquinas de producción. Todos los días pasamos con nuestro camión por las diferentes empresas y vamos recibiendo material.

“Nosotros visitamos en torno a cien empresas al año, buscando oportunidades laborales”