La red de autobuses públicos en la capital alavesa se asoma a una nueva vuelta de tuerca con la progresiva puesta en funcionamiento, a partir del mes de noviembre, del revolucionario bus eléctrico (BEI). Los flamantes 13 vehículos de la empresa guipuzcoana Irizar empezarán a circular en el recorrido de la actual línea Periférica y adentrarán a Tuvisa en la senda de la electrificación de su flota. Será la primera vez en la que la sociedad municipal de transportes de Gasteiz cuente con vehículos eléctricos y empiece a arrinconar a los que recurren a combustibles fósiles y contaminantes como el diésel.

Además de estar propulsado por una energía limpia como la eléctrica, el cambio va a ser impactante también por la estética de los nuevos vehículos. Su apariencia se asemeja a la del tranvía y los tonos verdes, negro y plateado que se reparten por la carrocería imprimen un aspecto futurista, en especial a las unidades articuladas de 18 metros.

El revolucionario sistema de transporte va a prestar servicio a un total de 120.000 gasteiztarras que viven en alguno de los 14 barrios por los que van a circular los buses eléctricos. De esta manera se van a acortar los tiempos de traslado para acudir a lugares tan habituales como el edificio de consultas externas de Txagorritxu, la estación de autobuses o el campus de la Universidad.

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El bus eléctrico realiza los primeros viajes de prueba

El trazado del nuevo BEI discurre a lo largo de casi 11 kilómetros y se han establecido 23 paradas en cada sentido. Las obras de acondicionamiento de las calles se están ultimando durante estas semanas con la finalización de algunos tajos aún abiertos. Dentro de poco más de un mes empezarán los primeros trayectos de circulación real del bus eléctrico y lo hará intercalado entre alguno de los seis autobuses por sentido que circulan cada jornada. Progresivamente y a medida que se vayan puliendo todos los detalles los vehículos verdes, negros y plateados empezarán a transportar a una cantidad de viajeros que se estima llegue a los tres millones de usuarios y trayectos un 25% más rápidos.

Menos emisiones de CO2. La propulsión eléctrica del BEI va a suponer dejar de emitir a la atmósfera 1.520 millones de toneladas de CO2 cada año.

Carriles segregados. Para lograr rebajar las frecuencias actuales el bus eléctrico va a transitar durante una gran parte de su trazado de casi 11 kilómetros por unos carriles exclusivos, separados del resto de circulación

Estética de tranvía. El servicio lo prestarán 13 vehículos de la firma Irizar. Las 7 unidades articuladas, de 18 metros de longitud, se asimilan a un tranvía. Destacan por los tonos negro, verde y plateado. La gran superficie acristalada dota de mucha más luminosidad al interior de los mismos. La capacidad es de 138 personas en estos vehículos largos, mientras en los de 12 metros son 90 los pasajeros que pueden entrar.

Validadoras en el andén. Los viajeros podrán abonar el billete en las máquinas dispuestas para esta función en cada apeadero. También se podrá pagar en las máquinas expendedoras de billetes, si el viajero no dispone de las tarjetas Bat, Mugi o Barik.

Acceso por todas las puertas. La entrada a los autobuses se podrá hacer por cualquiera de las 4 puertas que disponen los vehículos de 18 metros o por las tres que disponen las de 12 metros.

Frecuencias de 7 minutos. La circulación por los carriles segregados y cuestiones como poder validar los billetes antes de acceder al interior, posibilitan que la frecuencia de paso se rebaje de los 10 minutos actuales de la línea Periférica, a los 7 que se pretende alcanzar con el nuevo BEI.

Espacio para carros y sillas. Disponen de tres espacios para sillas de ruedas y carritos de bebé, con espacio adicional en los BEI articulados.

Servicios al viajero. Están equipadas las unidades con cargadores USB, pantallas multimedia y mapa sinóptico.

Guiado automático. La aproximación de los vehículos a los apeaderos se hace mediante un sistema automático que les deja situados a solo 4 centímetros y simplificar la entrada y salida.

El alcalde de Gasteiz señala y resume las ventajas de las que podrán disfrutar los viajeros cuando el BEI sea una realidad.