El Ayuntamiento de Vitoria mantiene su plan de reconvertir las plantas 4 y 5 de la residencia San Prudencio en viviendas comunitarias, como ya ha hecho con el piso tercero. Así lo manifestó ayer el concejal de Políticas Sociales, Jon Armentia, en respuesta a una pregunta de EH Bildu, partido que critica los cambios hechos en el geriátrico y califica de "batiburrillo" la actual situación de este centro de atención a personas mayores. "No tienen ni un plan claro ni presupuesto para llevarlo a cabo. No están acertando", denuncia el edil Alberto Porras.

Una acusación que Armentia niega de forma contundente. "Ya buscaremos presupuesto, como hemos hecho con la tercera planta", señala. Además, el concejal de Políticas Sociales sostiene que, muy al contrario, lo que "estamos haciendo en la residencia San Prudencio es reducir la lista de espera atendiendo a los mayores con dependencia de grado 1, y seguirá así a medida que la Diputación vaya adjudicando las plazas para dependientes de grados 2 y 3, los más graves", explica.

A día de hoy, el CIAM San Prudencio dispone de 166 plazas, más cuatro de urgencia, de las que están ocupadas 106 y dos de urgencia. Los últimos cambios organizativos y de atención llevados a cabo en la residencia de personas mayores responden al reparto de competencias entre el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava.

PERSONAS SIN HOGAR

En la misma comisión de Políticas Sociales, Armentia dio cuenta ayer de que 14 personas sin hogar continúan acogidas en el albergue de Puente Alto y de que el Ayuntamiento ya ha concertado citas con ellos para valorar su situación y poner a su disposición los recursos sociales de los que dispone, como siempre ha hecho.

En este sentido, tres de estas personas han aceptado acudir al centro municipal de acogida social CMAS y una está hospitalizada en estos momentos. Otros deberán ser asistidos en Salud Mental u otros recursos más acordes con su actual situación -el Aterpe también está a su disposición- y los hay que rechazan cualquier tipo de ayuda por parte de los servicios sociales municipales.

En cuanto al próximo cierre del albergue de Puente Alto, gestionado por la asociación Bultzain, Armentia adelanta que aún no hay fecha de clausura, ya que el centro está a la espera de una resolución judicial, tal y como le informó el responsable del servicio, Satur García, tras una reunión. García también acudió a Cruz Roja de Álava para dar cuenta de la situación de estos indigentes.

Tras escuchar las explicaciones de Armentia, EH Bildu considera que lo que Vitoria necesita son más recursos habitacionales diferentes a los existentes a día de hoy, puesto que son personas que, por su perfil, "están en Puente Alto como CMAS o Aterpe".

Por su parte, Elkarrekin defiende que el modelo social de su formación "no pasa por el asistencialismo sino que va contra el sinhogarismo, mediante la aplicación de un itinerario adecuado para evitar que estas personas sin hogar sigan en situación de exclusión social".

Precisamente, el gobierno municipal asegura que el modelo que ya aplica es el de un itinerario de atención personalizada, estudiando cada caso y derivándolo al recurso social que cada persona necesita, en función de su estado.