La vigilancia activa para detectar mosquitos invasores, como el tigre, suele centrarse en puertos, aeropuertos y carreteras como principales vías de dispersión. Pero también en municipios, como Gasteiz, Laudio, Amurrio y Laguardia, que se sumó en 2018 al programa puesto en marcha en Euskadi cinco años antes, en el que participan el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, el instituto de investigación agraria Neiker y ayuntamientos.

El mosquito tigre se detectó de forma puntual en Álava en 2018 en una zona situada en un polígono industrial-centro logístico. No obstante, fueron dos muestreos positivos que, posteriormente, volvieron a ser negativos, tanto ese año como los sucesivos.

"Podría decirse que llegó a ese lugar, pero no fue capaz de establecerse", puntualiza Jesús Barandika. El investigador del área de Sanidad Animal de Neiker lanza un mensaje de tranquilidad. "Por lo que hemos visto hasta la fecha, no parece que la presencia del mosquito tigre en Araba sea importante; no obstante, que no lo estemos encontrando, tampoco descarta su posible presencia, por lo que es importante seguir realizando la labor de vigilancia", considera.

Otras especies invasoras

No es el único mosquito al que persigue Neiker. También evalúa la expansión de otras especies invasoras. Por ejemplo, el aedes japonicus, originario de Asia, que se ha extendido por Europa y "por lo que estamos viendo, también por Euskadi", añade Barandika. "Por fortuna, no parece ser un buen transmisor de enfermedades y, además, tampoco muestra gran afinidad por picar a las personas, a diferencia del mosquito tigre (aedes albopictus)", explica.

Aedes japonicus es un mosquito que ocupa ambientes más naturales, menos urbanos que el tigre, por lo que se encuentra en zonas rurales y periurbanas no demasiado degradadas por la actividad humana, pero "no parece ser una especie peligrosa para las personas", mantiene.

En cualquier caso, además del mosquito tigre y del asiático de los arbustos, hay que tener presente que no sólo las especies exóticas invasoras son capaces de transmitir virus u otros agentes patógenos, también las autóctonas pueden hacerlo, mosquitos y otros dípteros, como las garrapatas.

Hasta la fecha, en nuestro entorno no se han dado casos de personas a las que hayan infectado los mosquitos invasores, pero en el Estado, por el litoral mediterráneo, sí, recuerda el investigador.

Los muestreos

Con todo, este año se van a muestrear en el País Vasco todos los municipios de más de diez mil habitantes, algunos por primera vez. "El objetivo es evaluar la posible expansión de estos mosquitos muestreando en zonas urbanas y periurbanas. Buscamos entornos propicios para descartar o confirmar su presencia y, en caso positivo, informar a las autoridades para poner en marcha medidas de control", adelanta Barandika.

mosquitos transmisores de virus

Pero, ¿quién es el mosquito tigre o aedes albopictus? Se trata de una especie procedente del sudeste asiático, donde protagoniza un importante papel en la transmisión de dengue. Su presencia en Euskadi se detectó por primera vez en Irun en 2014.

Desde entonces, a medida que se ha muestreado más, año tras año se ha visto en municipios de Gipuzkoa y Bizkaia y, puntualmente, en Araba. Este mosquito se asocia también a la transmisión de virosis como el zika.

La también investigadora de Neiker Ana García especifica que se ha expandido a amplias zonas del mundo, principalmente mediante el transporte pasivo de sus huevos o larvas a través del tráfico de mercancías, adaptándose a los climas templados. Y es que, sus huevos sobreviven meses en ausencia de agua y resistir temperaturas de cuatro grados bajo cero.

Focos de reproducción

El mosquito tigre se alimenta principalmente de la sangre de las personas y cría "en pequeños volúmenes de agua, por lo que es conveniente controlar y eliminar bidones, neumáticos, envases o alcantarillas, tanto en propiedades públicas como privadas, ya que en ocasiones, en estas últimas suelen encontrarse los focos de reproducción", asegura Barandika.

En algunos casos son los propios ciudadanos quienes detectan este y otros mosquitos invasores, posibles transmisores de infecciones. De hecho, hay una plataformas ciudadana, denominada Mosquito alert.

En cuanto al mosquito asiático de los arbustos, en 2020 se encontró en los tres territorios vascos. Su presencia fue confirmada por primera vez en Asturias en 2018 y un año después en Cantabria. Al igual que el mosquito tigre, muestra una capacidad invasora relevante, adaptándose bien, incluso en climas más fríos.

"En la naturaleza se reproduce en los agujeros de los árboles, así como en oquedades que retengan pequeños cúmulos de agua. También utiliza contenedores artificiales, especialmente neumáticos usados y otros de mayor tamaño, como los bebederos de ganado", explica Barandika.

Sin embargo, no se considera de alto riesgo, vector de agentes patógenos y solo ocasionalmente se alimenta de sangre humana, especialmente en zonas boscosas o de gran vegetación. "Algunos estudios han demostrado que puede ser buen transmisor de algunos virus, como el del Nilo occidental, pero no se han confirmado casos de transmisión natural de virosis a humanos", concluye García.

Programa de vigilancia. El programa de vigilancia de mosquitos invasores está coordinado por la dirección de Salud Pública de la consejería de Salud del Gobierno Vasco y cuenta con la participación de los ayuntamientos vascos y del Departamento de Sanidad Animal de Neiker, que dispone de la cofinanciación del programa 'Vigilancia entomológica en aeropuertos y puertos frente a vectores importados de enfermedades infecciosas exóticas y vigilancia de potenciales vectores autóctonos de dichas enfermedades', de Salud Pública del Gobierno estatal.