- "Vamos bien, pero no estamos bien". La frase de la consejera Sagardui sintetizaba ayer la cara y la cruz de una pandemia que se resiste. Por un lado, los buenos datos de una incidencia que ha caído más de 200 puntos respecto a los últimos días de julio. Por el otro, unas cifras de mortalidad desoladoras. Y es que la semana del 9 al 15 de agosto ha confirmado los peores pronósticos ya que ha duplicado el registro de decesos de los siete días anteriores. Un total de 35 personas fallecieron en Euskadi con covid como causa directa, 18 más. Se trata del número más alto registrado en una semana en esta quinta ola. Además, de esos 35 fallecidos, uno era un joven de entre 20 y 29 años.

Ante el elevado número de muertes y la crítica situación en los hospitales, Euskadi se ve obligada a posponer su desescalada y mantener las restricciones vigentes, al menos, una semana más. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, compareció ayer tras la reunión de la comisión técnica del LABI que asesora al Gobierno Vasco sobre las medidas a adoptar para contener la pandemia. La titular de Salud explicó que la presión asistencial, con 331 personas ingresadas con coronavirus en hospitales (75 en UCI), las 35 muertes registradas, y el índice de reproductividad son los argumentos esgrimidos para mantener las medidas en vigor "hasta confirmar la tendencia descendente".

De esta forma, seguirá el cierre de la hostelería a las 1.00 horas y la restricción al 35% de aforos máximos permitidos en las diversas actividades. Los eventos sociales, culturales y deportivos en recintos no podrán superar las 400 personas en interiores y las 600 en exteriores. En los eventos deportivos y de otro tipo en recintos de más de 5.000 espectadores, como estadios de fútbol, el aforo es del 20%.

Aunque esta comisión ha recomendado al Ejecutivo de Gasteiz no variar de momento las medidas que se decretaron el pasado 22 de julio, el próximo jueves, día 26, volverá a reunirse y, según su nuevo dictamen, el lehendakari decidirá si convoca o no al Consejo Asesor del Plan de Protección Civil, encargado de modificar las restricciones.

Lakua ya indicó la semana pasada que para relajar las medidas la incidencia acumulada debía bajar de los 500 casos por 100.000 habitantes en 14 días (ahora está en 507) y debe mejorar la situación en los hospitales, algo que todavía no ha sucedido.

Porque la situación epidemiológica dista mucho de ser buena y el virus sigue sin dar tregua. De hecho, el martes volvieron a registrarse 748 nuevos casos de esta enfermedad, un centenar más que el día anterior. Según el último boletín epidemiológico, ese día se efectuaron 7.361 test diagnósticos, de los que 374 resultaron positivos en Bizkaia, 207 en Gipuzkoa, 152 en Araba y 15 en personas con residencia fuera de Euskadi. Con el agravante de que los tres territorios vascos incrementaron sus positivos. Araba, con 152 contagios, fue el que más creció, con 48 infectados más. Y curiosamente, se comprueba el efecto de las no fiestas porque, a unos pocos días de La Blanca, Gasteiz concentró 122 de esos casos.

Con estos 748 positivos (107 más que los 641 del lunes), la tasa de positivos en relación a las pruebas realizadas ha aumentado al 10,2%, ocho décimas más que el día anterior. Con estos datos, 46 localidades vascas de más de 5.000 habitantes tienen tasas de incidencia acumulada que superan los 400 casos por cada 100.000 habitantes, entre ellas las tres capitales. En total, hay 27 poblaciones vizcainas, 17 guipuzcoanas y dos alavesas. Durango, Etxebarri y Lasarte-Oria consiguieron salir de la lista de municipios en alerta máxima.

Por su parte, la tasa de incidencia acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes mantiene la tendencia descendente y bajó 15 puntos, con lo que se coloca en 507. Solo Gipuzkoa tiene una tasa inferior a 500, en concreto 421, mientras que en Bizkaia la incidencia es de 530 y en Araba de 523.

El índice de reproductividad, que mide a cuántas personas contagia cada caso positivo, baja a 0,91, pero en Araba -y otra vez se apunta a las no fiestas como responsables-, se mantiene por encima del 1, un umbral que indica que la epidemia está en expansión.

4.529

La pandemia ha provocado la muerte de 171 personas de menos de 60 años en Euskadi hasta el pasado domingo, día 15. De los 4.529 fallecidos totales, la mayor mortalidad continúa entre los mayores de 90 años, de los cuales falleció un 26,2% de los contagiados. De un global de 4.781 infectados en ese tramo, murieron 1.252; 1.850 personas tenían entre 80 y 89, 866 decesos se produjeron de 70 a 79 años, y 355 se registraron entre 60 y 69 años.